Una polla muy grande - Relatos Eróticos

Una polla muy grande

Una polla muy grande

Soy hincha del Manchester City... Estoy casada pero eso no me impide publicar en internet fotos mías, de la camiseta de mi equipo y, casi siempre, de mis tetas, lo que suele generar un montón de comentarios y mensajes directos.

De entre los muchos comentarios que recibo, uno de ellos me llamó la atención... Era un aficionado del Liverpool que me dijo que estaría encantado de viajar para follarme con mi camiseta del City.

Le respondí y le dije que viniese a mi casa... Si no es una broma, sin duda aceptaría la oferta... No voy a mentir, me sorprendió un poco, pero me sorprendió gratamente que alguien quisiera hacerse unos 50 km hasta mí, sólo para follar conmigo.

Seguimos hablando y una semana después, me envió mensajes directos diciéndome que ya estaba harto de intercambiar correos... Añadió que mis publicaciones le ponían demasiado caliente y que necesitaba venir a verme y follarme.

Después de hablar con mi marido, le di una cita para el fin de semana siguiente... Nuestro tiempo a solas casi siempre implica que esté bien follada en la cama de un hotel mientras mi marido graba.

También le comenté que hacía tiempo que mi marido no estaba presente en una de mis citas de esposa puta y caliente, y que esta vez lo llevaría conmigo... Quedó encantado con mi decisión.

Durante los dos días siguientes, charlamos sobre lo que nos gustaba, sobre todo lo qué me excitaba y sobre alguna fantasía incumplida... Llegamos a la conclusión de que en los ...

... últimos meses mi marido ha evolucionado mucho hacia la permisividad.

Lo que quiero decir es que ha pasado del papel de soltero al de cornudo... Fue él quien me pidió que le llevara un poco más allá... A él nunca lo han humillado ni han degradado, y quería ver si era una buena ocasión que ambos pudiéramos disfrutar.

Por fin llegó el fin de semana y mi marido nos había reservado un hotel muy bonito en la ciudad... Nos dirigimos allí, sabiendo que teníamos un fin de semana para relajarnos y despreocuparnos de las responsabilidades de la vida adulta... Y eso, en sí mismo, es algo para no olvidarlo nunca.

Así que en esta ocasión mi marido me acompañaba a una de mis citas... Lo dejé en la habitación mientras yo bajaba al vestíbulo a recoger a mi nuevo amigo de juegos.

Siempre creemos elegir a los hombres adecuados y en ello hasta ahora hemos tenido mucha suerte, porque nunca nos resulta incómodo cuando entran por la puerta del hotel y saludan a mi marido, viéndose ambos por primera vez.

Sé que mucha gente se preocupa por ese primer momento y cómo será... Yo era una de ellas, pero, en realidad, siempre es algo que uno se ha construido en la cabeza, porque en realidad, todos estamos allí por lo mismo: satisfacción sexual.

Él y mi marido se entendieron de maravilla, y no exagero... Siempre me río para mis adentros porque pienso:

‘¿Cómo puede mi marido estar tan tranquilo sabiendo que el hombre al que le da la mano pronto estará dentro de mi coño o de mi boca, la ...