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Me convertí en la novia de mi tío Ernesto en casa de la abuela (Parte 1).
Fecha: 01/10/2025, Categorías: Incesto Masturbación Sexo con Maduras Autor: aaymy2025, Fuente: SexoSinTabues30
... casa de mi abuela, al ser una casa antigua y alejada de la ciudad, solía ir y venir la luz muy seguido. Se iba de una a dos horas por la noche, así que la abuela tenía repartidas velas por toda la casa para poder alumbrarse en caso de emergencia. Esa noche se fue la luz alrededor de las 9, justo cuando la abuela contaba una de sus historias. Grité y me paré tan rápido como pude y me subí de un salto al regazo de mi tío Ernesto, que se encontraba sentado a un lado mío en la silla contigua, lo abracé fuertemente por detrás del cuello clavando mi cara en su pecho y mis piernas colgaban una a cada lado de las suyas, tratando de pegarme a él lo más que pudiera. El soltó una carcajada por mi reacción, pero al ver que me encontraba realmente muy asustada, me abrazo muy fuerte y me dijo, no te preocupes mi niña hermosa no pasa nada aquí estoy yo para cuidarte. Esas palabras hasta la fecha me hacen sentir tan segura y protegida que me gustaría ser niña de nuevo. Me dijo, siéntate tantito aquí en lo que voy a prender las velas porque no creo que llegue rápido la luz. Yo seguía muy asustada y le dije casi llorando, no tío no me quiero quedar sola y me abrace más fuerte de él. Ok, vamos acompáñame, toma mi mano para que no te robe el viejo del costal. Pegue otro grito y me aferre más a él, yo no lo quería soltar y le dije, tío no me sueltes por favor, abrázame tío abrázame. Como pudo, se puso de pie y yo lo que hice fue aferrarme a su cuello y a pasar mis piernas alrededor de su ...
... cintura, de modo que el pudiera cargarme y llevarme a donde el fuera, como si yo fuera un changuito. Le costó un poco de trabajo porque yo ya no era tan pequeña. Otras veces ya me había cargado, de muchas maneras, pero era más pequeña y pesaba muy poco, por que siempre he sido muy delgadita. Recuerdo que ese año me dijeron me había dado una buena estirada, que ya parecía una pequeña señorita, así que me imagino que mi peso también cambio y eso debió notarlo en seguida mi tío, porque pujo un poco al ponerse de pie conmigo encima y me dijo, nena como has crecido. Paso una de sus manos por debajo de mí, como siempre lo había hecho, para que yo no me resbalara. Recuerdo sentir sus dedos fríos en mi pompa, donde su mano no tocaba mi ropa interior, supongo que como yo había crecido en todos aspectos, ya su brazo no me alcanzaba a rodear completamente para poder alcanzar mi pierna por el otro lado. En ese tiempo mi madre me vestía con vestidos cortos de olanes, parecidos a los de Alicia en el país de las maravillas, que por cierto ya también me quedaba chicos. Además de vestidos cortos, usaba calzones de algodón con encaje, muy lindos a mi parecer, con figuras de algún animalito o flores y calcetas altas hasta las rodillas. Mi tío me sostuvo todo el tiempo con su mano libre mientras recorría los lugares donde se encontraban las velas y las encendía con otra vela que ya traía para tal efecto. Al caminar por los lugares oscuros antes de encender las velas, yo me aferraba tan ...