1. Cap. 22: De su hijo a su mujer (Roberto me enseña):


    Fecha: 02/10/2025, Categorías: Gays Incesto Sexo con Maduras Autor: MachoLingerie, Fuente: SexoSinTabues30

    ... que claramente no hizo ningún esfuerzo porque era mucho más alto que ella, y siguió hasta poner el vaso en la mesa de noche del otro lado de la pieza.
    
    La película se detuvo, la Nené retiró la cinta, le di la caja de Los Pitufos y ella se apresuró a guardar la película.
    
    La puerta se cerró, Roberto se incorporó y fue a poner la película en el VHS, mientras él maniobraba el reproductor dándome la espalda miraba su porte, su ancha espalda, la parte trasera de sus brazos y como sus músculos se marcaban al hacer simples movimientos, su trasero resaltaba en la delgada tela de su pantalón de pijama, era un poco ancho, color gris, me parecía tan masculino, el olor a su perfume inundaba la habitación.
    
    Presionó el botón y se sentó a mi lado en la gran cama, acomodó su espalda en los cojines y acomodó tu gran y sexy cuerpo en las sábanas blancas
    
    Mientras veíamos la película en más de una ocasión había dado saltos del susto, cuando aparecía Freddy con su cara llena de cicatrices y esos dedos como cuchillos, pero en la escena que en Tina estaba en la cama con su novio Ted, me pasaron dos cosas, la primera es que me dio mucho miedo ver como Tina era asesinada y como la sangre manchaba toda la habitación, y la segunda me dio cosquillas en mi penecito y en mi culito al ver al sexy novio de Tina casi desnudo, en esos típicos slips blancos mostrando ese cuerpo de chico adolescente. (Si quieres ver la escena que me refiero puedes escribirme at.me/sgwsgw y les paso el link, recuerda ...
    ... ser cortés y educado para pedirlo). Al mirar la escena mientras las marcas de las garras de Freddy aparecían en el cuerpo de Tina, no pude evitar cubrir mi cara, el brazo de Roberto me llevó hacia él y me acomodo a su lado protegiéndome, a medida que la escena avanzaba y Tina se elevaba como levitando por sobre la cama, fue imposible no gemir un poco por el miedo. Roberto me apretó un poco más hacia él, con su mano en mi espalda y con la otra tomo mi mano y la llevó a su pecho, así ambos nos quedamos abrazados y seguimos viendo la película.
    
    Mi mano estaba apoyada en sus pectorales, eran mucho más grandes y firmes que los de papá, mis delgados dedos rozaban su tetilla izquierda y podía sentir como estaba dura, y en el reflejo de la luz que emitía el televisor podía ver como la pequeña protuberancia elevaba la tela la la polera blanca. Su olor era delicioso, su calor era exquisito, las sensaciones que tenía eran maravillosas, ahí me acerqué un poco más si es que se podía y solo nuestros pijamas nos separaban. Al notar que me acerqué más a él, su mano que descansaba en mi espalda comenzó a acariciarme suavemente, me sentía en la gloria, era tan maravilloso volver a sentirme protegido en los brazos de un hombre, y más aún de uno tan masculino como era Roberto. Mi pierna se trepó por la suya, mis dedos se movieron tímidos jugando con la erección de su pezón y mi rodilla ya se había acomodado a centímetros de su entrepierna, podía sentir el calor que emanaba precisamente de ese ...
«1234...»