1. Cap. 22: De su hijo a su mujer (Roberto me enseña):


    Fecha: 02/10/2025, Categorías: Gays Incesto Sexo con Maduras Autor: MachoLingerie, Fuente: SexoSinTabues30

    ... lugar.
    
    Su brazo me atrajo un poco más, si es que se podía, cuando hizo ese movimiento deje de mirar la televisión y lo miré hacía arriba, mi cabeza seguía apoyada en su pecho y mis ojos hicieron contacto con los de él. Me sonrío con su mirada. Sin decir palabras me incorporé un poco, sin separar mis ojos de los suyos subí y le bese sus gruesos y masculinos labios. Un cosquilleo que no puedo describir me inundó y sentí fuego en mi pequeña boquita rosa. Cuando despegué mis labios de los suyos, sus ojos seguían fijos en mí, su expresión y su sonrisa seguían ahí, antes de que me separara para volver a apoyar mi cabeza en su pectoral, se gran mano tomó mi mentón y lo llevó hacia él, esta vez su boca tomó la iniciativa y sus tibios labios se pegaron a los míos, su lengua apareció decidida y penetró la barrera de mis labios delicados, su sabor me impregnó, su saliva era como un néctar, la textura de ese líquido que emanaba era como cuando pruebas el azúcar derretida antes de convertirse en caramelo, su boca se abrió más mientras su mano agarró mi nuca y se pegó más a mi. El beso duró muchísimo, su mano nunca dejó de acariciar mi espalda y la otra no dejó de presionar mi cara contra la suya como si quisiera que nos fusionáramos.
    
    Me acomodé, subí la manga de mi pijama y deje descubierto mi delgado y blanco brazo, lo doblé y acerqué mi boca a la parte interna de mi codo y comencé a darle besos tímidos, como tantas veces había hecho antes imaginando que besaba a papá, al ...
    ... abuelo, al entrenador, al papá de mi amigo Eric y al mismo Roberto.
    
    Acerqué aún más mis labios a mi piel, y mi lengua jugó con la lengua ficticia de un hombre sexy en mi cabeza, mientras mis labios se entregaban a un beso apasionado como Roberto me lo había pedido.
    
    Sólo asentí con la cabeza, estaba excitado y asustado a la vez, era algo nuevo para mi y con uno de los machos que me excitaba cuando estaba solo, pensar en la masculinidad de Roberto, en entregarme a él como lo había hecho con papá, en lamerle su pene, en sentir que me penetrara me volvía loco. La luz de la película que seguía corriendo en el reproductor era lo único que iluminaba la habitación, y entre las voces y gritos de los actores me fui al closet a buscar las mismas prendas que me había puesto después de la ducha. Roberto se quedó en la cama, miraba la televisión y puso sus manos tras la cabeza, mostrando la amplitud de sus pectorales y la grandeza sus musculosos biceps morenos que resaltaban aún más con el blanco de la polera que traía puesta y con los colores que emanaban desde el televisor.
    
    Entré al walking-closet y fuí en busca de las prendas que había usado, saqué mi pijama y comencé a ponerme las tanguitas y la misma polera de seda negra con la que Roberto me había descubierto hace un rato, antes de calzar las tanguitas pasé mi mano por mi culito y con un dedo toqué la entrada, imaginé que era uno de los grandes y venosos dedos de Roberto, y me puse feliz porque antes de entrar a la cama me había ...
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