1. Silvana…


    Fecha: 05/10/2025, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    En Madrid viví en un sector bastante interesante, cercano a la estación de metro de Gregorio Marañón. La rutina iba de lunes a viernes en una oficina con otros 8 latinoamericanos que desarrollábamos un proyecto inter disciplinario bastante grande. Varios de ellos compartían piso y otros se alojaron con familiares o amigos. El único que vivía completamente solo era yo y tenía muchísima más libertad para hacer lo que me diera en gana. Y lo que me diera en gana era llegar, quitarme los zapatos, tenderme en la cama, destapar una cerveza, comer algo de jamón, queso y ver televisión. Los fines de semana los empleaba en conocer la ciudad y por supuesto, turistear. Toledo, Ávila, Segovia, Cuenca, algunos pueblitos de La Mancha. Llamaba todos los días a mi familia utilizando el whatsapp, así que siempre estaba comunicado y me sentía un poco más cerca de ellas.
    
    Dos meses después de haber llegado y con mis rutinas completamente establecidas (levantarme, bañarme, vestirme, desayuno, viaje en metro, oficina, almuerzo, oficina, viaje en metro, cena y cama) un viernes dos de mis compañeras me dijeron que si quería acompañarlas por una cerveza. A mi realmente no me hacía mucha gracia pues era el mayor de todos (y le sacaba por lo menos 10 años al siguiente), pero finalmente acepté. Terminamos en un bar en Chueca (omito el nombre para proteger a los no tan inocentes) LGTBI. Yo miré a mis compañeras con cara de: de que se trata todo esto? Ellas en medio de risas me dijeron que no pasaba ...
    ... nada, que el bar era sensacional, buena música, nadie me molestaría y que la idea era disfrutar un rato luego de una semana de trabajo. Entramos todos al lugar, pedimos unas cervezas, botanas y conversamos un rato. Una media hora después mis dos compañeras ya se habían contagiado del ambiente del lugar y desinhibidas por el alcohol comenzaron a portarse más cariñosas entre ellas. No puedo decir que fuera una sorpresa porque desde el primer día las había puesto en mi lista de les gusta el mismo sexo, así que si ellas estaban felices, que lo disfrutaran. Se fueron a bailar y yo me quedé terminando mi cerveza. Me dedique a ver el lugar. Mucha gente, la mayoría entre los 20 y los 40, música bastante agradable y si, salvo un par de jóvenes que se me acercaron en plan de quieres algo más, pasé completamente anónimo. A eso de la 1 vi a una joven muy bonita en la barra. Blusa suelta, jean un poco suelto. Llevaba el cabello en una cola de caballo y maquillaje suave. Le calcule unos 30 años. Ella seguía el ritmo de la música con el cuerpo, pero nada sugestivo. Simplemente llevaba el ritmo, disfrutándolo. Me pillo un par de veces mirándola y yo, que hacía años había dejado a un lado el salir de bares, disimulaba muy mal. Me terminé la cerveza, le hice señas a mis compañeras de que mi iba a ir y cuando iba hacia la salida la joven se me acercó. Me preguntó si ya me iba y que si me había cansado de mirarla. Yo simplemente me disculpe si la había incomodado, pero le dije que me parecía muy ...
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