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Silvana…
Fecha: 05/10/2025, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... besarme. Yo respondí mientras le acariciaba la espalda. Tomó mis manos y las puso sobre sus nalgas. Me susurró al oído que la tocara. Yo ya para ese momento estaba completamente perdido. Mi erección era monumental y además sentía su polla rozando la mía, separada solamente por la tela de mi bóxer y su panty. Ella se separó un poco y me dijo que si quería seguir. Le dije que sí. Me preguntó que que quería y le dije estúpidamente que la quería a ella. Ella soltó una risita, me acarició el rostro. Luego se arrodillo frente a mí, me bajó el bóxer de un tirón y descubrió mi polla completamente dura. Me miró desde abajo sonriendo. Luego comenzó a besarme la polla. Primero besitos leves en el glande y en los huevos y luego se la metió a la boca y me hizo la reina de las mamadas. Nadie, jamás, me la había chupado de la forma que ella lo hizo. Tuve que pedirle que se detuviera porque me iba a hacer correr. Ella sin embargo continuo adelante. Yo comencé literalmente a aullar y segundos después la alcance a advertir que me iba a correr. Se la sacó de la boca, me la meneó un par de veces y luego estallé como cuando era adolescente. Ella me la siguió meneando y chupando. Luego se levantó, fue en busca de pañitos húmedos y me limpió completamente la polla. Me acostó en la cama y ella se tendió a mi lado. Me miró a los ojos. Me preguntó, Feliz? Yo solo podía afirmar. Comencé a acariciarla suavemente. Ella se incorporó un poco y se quitó el sostén. Mi boca se pegó a sus senos como si se me ...
... fuera la vida en eso. Y al fin decidí dar el paso. La miré a los ojos, luego miré hacia abajo y le dije: Puedo? Ella me dijo que si mientras sonreía. Metí mi mano bajo su panty y por fin pude sentir su polla en mi mano. Era mucho más larga y gruesa que la mía. Mientras se la acariciaba ella no dejaba de observarme. Me pregunto si me gustaba y yo solo le podía responder besándola. Me incorporé un poco, la hice sentar en la cama con las piernas colgando por el borde y le retiré el panty. Ya estaba completamente desnuda frente a mí. Yo me arrodillé frente a ella. Volví a hacerle la pregunta: Puedo? Ella dijo que sí. Le dije que nunca lo había hecho. Ella me dijo que siguiera mis instintos. Veía su polla ahí, a centímetros de mi boca. Olía fresca, con un poquitín de sudor, olor de hembra y macho, no sé ni cómo describirlo. La acaricie un par de veces más, Su polla no estaba circuncidada, por lo que deslice la piel hacía abajo con cuidado para descubrirle el glande. Y no me pude resistir más. Abrí los labios y me la metí en la boca. Mi propia polla otra vez estaba durísima. Mil cosas pasaban por mi cabeza. Estaba ahí, de rodillas, con una trans, con su polla en mi boca y no quería que el momento se terminara. Comencé a chupar, lamer, hice todo lo que en algún momento me habían hecho a mí. Su polla comenzó a ponerse dura en mi boca. Lo sentía, sentía que crecía. Y mientras sucedía ella comenzó a gemir. Me acariciaba la cabeza, controlaba la velocidad a la que yo chupaba y de pronto ...