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El niño más gordo del campamento II.
Fecha: 09/10/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Fetichismo Autor: GordMadrid, Fuente: SexoSinTabues30
... su mano izquierda se sacó la polla dura. Era una polla con grandes venas marcadas y de color pálido. -¿Quieres comerte esta polla, campeón? No me parecían maneras de dirigirse a un niño. Me martirizaba mi hipocresía de abusar casi diariamente de Jaime y no permitir que le trataran como a una puta cualquiera. Pero no dije nada, sabía que debía dejar al Alcalde hacer todo lo que quisiera. -Claro, Señor Alcalde. Jaime mantenía su buen humor ignorando que estaba en las garras de un pervertido, luego pensé que estaba siempre acompañado de pervertidos en ese campamento. Se acercó al Alcalde. -Puedes llamarme papá, querido, todos en el pueblo me llamán así, pues soy como un padre para ellos. -Es cierto Jaimito, el Señor Montalban nos cuida como a sus hijos. -Muy bien, papá. El pequeño no se lo pensó y se metió la polla del alcalde en su boquita. El señor pegó un bote y empezó a gemir sin importarle si le escuchaban desde fuera o no. Su glande desaparecía entre los labios del niño y el señor se echó para atrás más aún para dejar maniobrar a placer al pequeño tragón. Unos momentos después Jaime se apartó del rabo. -Disculpe Señor alcalde, es que sabe a jabón… no me gusta. El director reaccionó rápidamente, temiendo que se lo tomará a mal el hombre, y se enderezó en el sofá dirigiéndose al Señor Montalbán. -Oh, si, Señor Alcalde… Papá.- rectificó para seguir con el engaño de su compinche.-A Jaime le encanta comer pollas, pero, como a tantos de nosotros, el jabón no le enciende. Nunca ...
... había visto al director tan afable, incluso sumiso. Su sonrisa no desaparecía de su rostro en ningún momento mientras hablaba con el Alcalde. -Oh, es natural. Perdona, pequeño. -El señor se puso de pie, acariciando al niño en la cabeza, dándole pequeños golpecitos como si fuera un perro. – El campeón absoluto del niño más gordo del pueblo se merece un premio en condiciones. Me he limpiado la polla con demasiado miedo de que no te gustara y ahora pago las consecuencias. Se agarró la polla y cogió el baso de vodka para meterla en el, hundiendo su glande en el liquido. Los hielos se hundían hacia el fondo del vaso mientras el Alcalde se agitaba la polla en el líquido con alcohol. Para mí eso cruzaba todas las líneas de respeto hacia el niño y carraspeé. El Señor Martínez me fulminó con la mirada y supe que debía dejar que todo siguiera su curso. -¡Chicos! – Nos dijo, volviendo al falso tono de simpatía que usaba con el Alcalde. – Poneos cómodos, ya sabéis que cuando se le da el premio a Jaimito todos debemos darle su premio, es su derecho como ganador. Hoy no será diferente os uniréis a la ceremonia. ¿Queréis algo de beber? Me sorprendió el ofrecimiento, que nunca había ocurrido hasta ahora. Sergio pidió un ron con cocacola y yo por no negarme pedí un vaso de agua. El director se fue a servirnas las bebidas mientras el alcalde seguía empapando su polla en vodka. La sacó y goteaba, mojándole los pantalones. -¡Ya está, querido hijo mio! Este nuevo sabor al principio te va a parecer ...