1. El sueño húmedo (22)


    Fecha: 15/10/2025, Categorías: Incesto Autor: tauro47, Fuente: TodoRelatos

    ... trataba, y antes de que Moncho me la presentara me anticipé para darle dos besos, a la española, y saludarle educadamente.
    
    Ø¡No hace falta que me presentes Moncho!, encantado de conocerle Lola, es encantadora, seguramente igual que su mamá.
    
    ؿYo?, jajaja, me parece que me confunde.
    
    ØEs verdad Antonio, te has precipitado, esta belleza no es Lola, es su madre, Fátima, aunque sí que es cierto que Lola, su hija, se parece mucho a su madre.
    
    Me excusé avergonzado, pero Fátima se alegró mucho de mi error y se lo tomó como un halago, dándome un beso en la boca a la vez que me abrazaba estrechamente.
    
    Nos invitó a entrar, ella iba liada en una toalla inmensa y andaba con dificultad cuando nos guió a la parte de atrás de la casa, allí había una piscina no exageradamente grande, pero muy bonita, tenía forma de oreja y diferentes niveles, alrededor había una zona de césped artificial con dos sombrillas y unas toallas repartidas descuidadamente, y sobre una de ellas se podía ver una mancha oscura con una serie de curvas que parecía inmóvil, pero que a la voz de Fátima se levantó como un resorte.
    
    ØLola, mira quién nos visita, es Moncho con un amigo, te gustará, es muy guapo.
    
    La chica era una belleza, lo pude advertir enseguida, ya que se incorporó sin pensar que no llevaba puesto ni el bikini siquiera, yo abrí los ojos como platos, detalle que advirtió Fátima, que con una sonrisa quiso quitar importancia la poca ropa de su hija, así que ella misma se soltó su toalla y ...
    ... nos demostró que ella estaba igual de desnuda que su hija. Yo me sorprendí doblemente y las dos además de Moncho se echaron a reír de mí como si fuera un mozalbete tímido.
    
    Moncho quiso demostrar la veracidad de lo que me contó, pues pasó los brazos por los cuellos de las dos bellezas y las atrajo hacia él, ellas lo besaron y me demostraron que estaban “unidas” por vínculos muy estrechos.
    
    ØBueno chicos, bienvenidos, aunque deberías haber avisado Moncho, os habría preparado una comida especial.
    
    ØNo te preocupes, creo que mi amigo y yo sólo tenemos apetito de una cosa, jajaja.
    
    ØMmm, me parece que lo adivino… ¡Lola, atiende a nuestro nuevo amigo Antonio!
    
    ØEncantada mamá… ¿Antonio te apetece un baño?, yo me voy a meter ahora.
    
    Ø¡Cómo no!, lo malo es que no sabía adónde venía y no traigo bañador.
    
    ØNo pasa nada, yo tampoco llevo, jajaja.
    
    ØEeeh, vale, en ese caso…
    
    Lola se movió de una forma que no dejaba dudas respecto a su no indumentaria, cuando todavía estaba a cuatro patas dejaba admirar sus tetas colgando, tenía un par que, aun siendo duras como piedras, se movían libres y luego para recabar el resto se fue levantando primero con el culo en dirección nuestra para luego desperezarse estirándose toda para que la admiráramos entera, seguidamente se lanzó al agua y no asomó hasta la otra orilla de la piscina.
    
    Mientras Lola buceaba por debajo del agua yo me quité la ropa, Fátima y Moncho nos miraban divertidos, la madre de Lola estaba tirando de la camisa ...
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