1. Mamá follando desnuda en la playa


    Fecha: 16/10/2025, Categorías: Incesto Autor: elquefolla, Fuente: TodoRelatos

    (CONTINUACIÓN DE “A MAMÁ NOS LA FOLLAMOS EN SU CAMA”)
    
    Fue la algarabía que había en la calle más que la luz que entraba en mi dormitorio lo que me despertó.
    
    Estaba tumbado en la cama, cubierto de sudor y totalmente desnudo.
    
    Necesité unos minutos para ubicarme, para recordar cómo había llegado a mi cama y lo que sucedió la noche anterior.
    
    Recordé el voluptuoso cuerpo desnudo de mi madre, todo tetas, culo y muslos, y como me la follé por el culo, después de que ella y Roberto “el polla gorda” copularan como bestias en celo como si no hubiera un mañana.
    
    Un intenso olor a café recién hecho me hizo levantarme y, tras ponerme un calzoncillo, abrí la puerta de mi cuarto que daba al pasillo.
    
    Dudé si seguir el rastro del café o acercarme al dormitorio de mi madre donde nos la habíamos beneficiado. Opté por lo segundo y, acercándome a la puerta cerrada, la abrí, encontrándome a mi madre, completamente desnuda, tumbada bocarriba sobre la cama, entre un amasijo caótico de sábanas arrugadas y el colchón prácticamente fuera del somier, casi en el suelo.
    
    Dormía o eso me parecía y no era para menos dado el tute que la dimos la noche pasada.
    
    A pesar de que la ventana estaba ahora abierta, el fuerte olor a esperma y sudor que se desprendía de toda la habitación indicaba claramente que allí habían copulado incansables toda la noche.
    
    Acercándome a mi madre, la vi con las tetas, la entrepierna y la boca encarnadas, así como con grandes pegotes blancos adheridos que ...
    ... debían ser esperma. Aunque, al estar tumbada bocarriba, no podía verla las nalgas, seguramente estarían también en la misma condición, coloradas y con pegotes de esperma. Era evidente por donde se la habían magreado y donde se habían corrido.
    
    Escuché unos pasos a mis espaldas y en el marco de la puerta apareció “el polla gorda” en bañador que, sonriéndome satisfecho, me indicó en voz baja:
    
    ·Déjala que descanse, que reponga fuerzas. Las va a necesitar, las vamos a necesitar hasta que venga tu padre.
    
    Todavía medio dormido no era yo quien para oponerme a sus deseos, así que saliendo del cuarto, muy obediente, iba a cerrar la puerta, pero una fuerte corriente aire la cerró con violencia, dando un portazo que atronó en toda la casa.
    
    Asustado, miré a “el polla gorda” que, sonriendo, me dijo tranquilizándome:
    
    ·No pasa nada, que se vaya despertando.
    
    Le seguí, así como al aroma del café, que me llevó a la terraza.
    
    Lo tomé con leche, acompañado con unos cereales, mientras escuchaba a “el polla gorda”, que, sentado muy sonriente frente a mí, se tomaba un nuevo café mientras me comentaba las hazañas sexuales de la noche anterior:
    
    ·¡Cómo folla tu mami, chaval, como en los viejos tiempos! ¡Y con ese cuerpazo que tiene es imposible no querer más y más!
    
    Recordé mi polla ensangrentada después de encularla, por lo que le interrumpí para preguntarle:
    
    ·¿No la dolía el culo? Se lo rompí.
    
    ·¿El culo? ¿Por eso te marchaste tan pronto?
    
    Me respondió preguntándome a su ...
«1234...11»