1. Fantasía de una mujer casada con un hombre mayor (parte 3)


    Fecha: 17/10/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: CristiMorbo, Fuente: CuentoRelatos

    Notaba como el abundante semen de Pepe corría por mi garganta.
    
    Me sentía… una puta. Una zorra. Sentía una sensación de felicidad, de autorrealización.
    
    Pepe, después de acariciar mi cabeza, como si fuera un cachorro, cayó derrengado sobre la cama.
    
    Durante unos minutos, nos miramos a los ojos. Satisfechos. Exhaustos, sobre todo él.
    
    –Has estado genial, zorra –Me dijo, con una sonrisa.
    
    –Gracias – Le contesté yo, halagada, encantada con lo que acababa de suceder. Mi mente, rememoraba lo que había sucedido. Desde nuestro encuentro en la discoteca hasta el momento en que Pepe había penetrado mi trasero o hasta que yo había tragado, orgullosa, su semen. Pepe, me sacó de mi ensimismamiento.
    
    –¿Cuándo vuelve tu marido? –Me dijo, sin dejar de mirarme a los ojos.
    
    –Bueno… realmente, la que se ha ido, soy yo. Estábamos de vacaciones… –Le conté toda la situación. Pepe, me miraba, atento.
    
    –Bueno, entonces, ¿Hasta cuando quieres vivir emociones? –Me dijo, mirándome muy serio. Su mano, ahora, acariciaba mi muslo.
    
    –Pues…no sé. No lo había pensado, quizás… –Comencé a decir.
    
    –¿Ah, que lo habías pensado y todo? Joder… –Dijo Pepe, riendo.
    
    –Bueno… no sé. Me han dicho que mi compañera tiene para una semana. Si no, más. –Por un momento, deseé que fuera más. Pensaba en ella, enferma, delicada. Sentía pena por ella. Pero deseaba que tardara más. Mucho más.
    
    –Bien, en una semana me da tiempo – Dijo él, volviendo a mirarme a los ojos, muy serio.
    
    –¿Tiempo?, ¿A qué? ...
    ... –Pregunté entre asustada y excitada.
    
    –Ya lo verás, puta. Pero quiero que tengas una cosa muy clara. –Hizo una pausa, mientras apuntaba con su dedo índice sobre mi cara.– Durante toda esa semana, eres mi puta. Harás lo que me salga de los cojones.
    
    Os juro que al oír aquello, casi me da un vuelco al corazón. Una cosa era llevar a cabo una fantasía. Una noche. Una vez. Otra cosa era… Tragué saliva. Miré a Pepe a los ojos. Con un hilillo de voz, le contesté.
    
    –Por supuesto, don José.
    
    Ni yo misma podía creer que hubiera dicho tal cosa. Pero la humedad en mi sexo revelaba que estaba dispuesta a todo. Mientras pudiera.
    
    –Bien zorra, ahora, dúchate. Te lo has ganado. Ya hablaremos –Dijo Pepe, riendo.
    
    Tras decir aquello, vi como Pepe, se dio la vuelta, colocándose de espaldas a mí. Pude ver su arrugado culo. Lleno de vello blanco.
    
    Como impulsada por un resorte, me levanté y caminé despacio, hacia el baño que hay en la misma habitación. Pasé por al lado del preservativo que, minutos antes, había utilizado Pepe. Los restos del combate, pensé. Una sonrisa acudió a mi rostro.
    
    Miré a Pepe que tenía los ojos cerrados. Aquello, me pareció extraño. Pero no dije nada. Me metí en la ducha.
    
    Normalmente, suelo tomar una ducha rápida por la mañana, antes de ir al trabajo o llevar a mi niño al cole. Pero esa vez, me explayé en la ducha. Lo necesitaba. Había tenido un intensísimo orgasmo. El mejor de mi vida. Y necesitaba relajarme.
    
    Me costaba. Mi cabeza daba vueltas a todo ...
«1234...8»