Fatty, Patty y Katty XIV - Relatos Eróticos

Fatty, Patty y Katty XIV

... de Patricio, ya que bajo ningún motivo quería volver a copular con un varón. Por ese conocimiento de mis deseos, le conto a su pariente el conde, que yo era la persona indicada para adoptar a Virginia, ya que conviviría con su hermana, y es cuando le explico que Alicia era hija suya. La historia ya la conocéis, al igual que ya sabéis que al conocer a Roció, con su belleza, su porte y su bondad, me enamore de ella como una colegiala, confirmándome a mí misma que soy lesbiana.

-También sabéis, bueno quizás Gloria no, pero los demás si, que ella me rechazo totalmente, pero a pesar de eso yo seguí y sigo enamorada y pensando en ella constantemente, y entre una cosa y otra, nunca he tenido ninguna otra relación física que la causo mi embarazo. – siguió explicando Ana tras dar un largo y profundo suspiro – Pero a pesar de ese ayuno sexual, como comprenderéis no se me aplacaba mi libido y no me quedaba más remedio que masturbarme soñando con mi queridísima Rocío para calmar mi excitación. El problema para mí, fue saber por boca de Patricio que mis dos hijas, Alicia y Virginia, que desde muy jóvenes eran sus amantes, poco a poco lo estaban dando de lado, ya que entre ellas había surgido un amor inmenso y que el sexo entre ellas era algo digno de verse, cosa que parece ser que mi eterno enamorado fue quizás el único privilegiado que tuvo el placer de verlas amarse.

-Saber que mis dos hijas se amaban de esa forma tan hermosa, me llevo a pensar que podría pedirlas que compartiesen ...

... conmigo sus momentos de ardor sexual, y compartir por fin mi cuerpo con otras mujeres, cosa que pensaba aceptarían pues su amor hacia mí era evidente y creo que sigue siéndolo. – volvió a suspirar de nuevo Ana antes de retomar su confesión – A partir de ese momento, y a pesar de que mi mente intentaba rechazar la idea, mis masturbaciones ya no eran centrándome en la figura de Rocío, pues poco a poco, tanto Alicia como Virginia entraban en mis desvaríos eróticos cada vez con mayor asiduidad, hasta que los últimos años mis onanismos son unas orgias salvajes con Rocío, Alicia y Virginia.

-Por eso lloraba, porque soy una maldita reprimida, porque sigo enamorada de Rocío y no reprimirme lo consideraba una traición, y quizás también porque soy una cobarde, y además he desperdiciado mi vida al lado de la única persona que estaba dispuesta a amarme, sin ni siquiera intentar probar si follar con Patricio podría haberme gustado. – termino diciendo con cara de pesar – Y voy a haceros caso, voy a ver si soy capaz de comprobar a que sabe el mandoble del hijo del conde.

La confidencia o secreto intimo que acababa de contar Ana, había interrumpido el momento de desenfreno sexual que había provocado la situación en la que habían descubierto a las seis jóvenes junto a su tío y a Gloria. Los cuatro la habían escuchado atentamente sin ni siquiera cubrirse, por lo que todos seguían desnudos y Jesús aún con su mandoble erecto y a la vista de las cuatro mujeres. Sin dar tiempo a que ninguno ...