1. Zorrita infiel y sumisa (2)


    Fecha: 28/10/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Khanine, Fuente: CuentoRelatos

    ... guarrona.
    
    Aquellas palabras me ruborizaron, pero me excitaron muchísimo, así que sin pensármelo dos veces me saqué el top que llevaba y la mini, quedándome con un sujetador negro pero transparente y un tanga a juego que dejaban ver mis tetas y mi chochito con claridad.
    
    ―¡Joder, como estás!, me decían, mientras me dejaban sitio entre ellos para tomar el sol.
    
    ―Dános crema, casi me ordenó Pedro. Y así lo hice. Primero uno, luego otro, recorría sus cuerpos con mis manos, mientras notaba como se iban empalmando.
    
    ―Dame por los muslos, me dijo Pedro. Empecé a hacerlo, subiendo cada vez más.
    
    Le metía las manos entre el bañador para llegar a sus ingles y sentir los pelos de su pubis. Estaba tumbado boca arriba con las piernas separadas y yo arrodillada entre ellas, masajeándole las piernas. En un momento en que tenía las dos manos metidas una por cada pernera del bañador, noté que uno de los otros se ponía detrás de mí y me acariciaba las nalgas, subía las manos por mi espalda y me desabrochaba el sujetador. Mis tetas quedaron libres y las manos de Pedro empezaron a acariciármelas. El de detrás mío me separó el tanga y me acariciaba desde mi coño hasta la raja del culo que embadurnaba con mi flujo que era abundantísimo. El otro se sacó la polla y empezó a masturbarse.
    
    ―Cómo está esta puta de salida, le decía a Pedro el que me estaba tocando.
    
    ―Ya lo veo, le contestó
    
    ―Sácamela, me dijo. Y yo le obedecí le saqué la polla y empecé a acariciársela.
    
    Me empujó de ...
    ... la espalda hasta que metió la polla entre mis tetas.
    
    ―Así, hazme una paja con las tetas, guarra, que me quiero correr en ellas
    
    Con esas palabras y con las caricias de Tomás, el otro amigo, yo si que me corrí, y mientras me corría, Pedro lo hizo entre mis tetas. Tomás la puso entre mis nalgas y se masturbó con ellas, corriéndose en mi culo. Ya solo quedaba Alberto. Me acerqué a él a gatas, chorreando semen por mis piernas y por mis tetas , se la cogí con la mano y le di un lametón en la polla, con lo que se corrió dejándome la cara perdida.
    
    Ya era la hora de comer, pero no dejaron que me limpiara más que la cara. Tampoco me dejaron que me pusiera la ropa interior, así que me puse la mini y el top. El top era de esos anchos que llevan dos tiritas para sujetarlos y cae por encima de los pechos sin tapar mas que un poquito con lo que dejaba ver el semen que escurría hacia abajo por mi tripa y por mis piernas. El solo sentirlo, me excitaba aún más, pero me daba miedo que lo viera mi marido por lo que lo cogía con los dedos y me los chupaba, mientras los tres se reían y me decían:
    
    ―Cómo te gusta.
    
    ―Me encanta, les decía yo con los dedos en la boca.
    
    Estuvimos tomando el aperitivo, ya con mi marido, y ellos aprovechaban cualquier ocasión para sobarme el culo, el coño o las tetas, y yo para enseñárselo, con mi marido delante, que me daba muchísimo morbo. Solo tenía que levantar los brazos para que se me vieran las tetas, o agacharme un poco para enseñar el culo, y mi ...
«1234...»