1. Me abrí de piernas por un libro


    Fecha: 29/10/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Stephania, Fuente: TodoRelatos

    Hola mi nombre es stephania antes de comenzar con el relato quisiera explicarle un poco de como soy soy una chica tamaño promedio tengo 23 años de edad y de físico dice que tengo una carita de ángel y además con una cintura muy deseable y unas tetotas que parecen hechas pero no son asi jeje, y además de ello me encanta ser una putita donde los maduritos me hacen todo y yo cumpliendo sus caprichos solo por un costo jejej igual si desean verme les dejare mi correo donde podremos llegar a un acuerdo de puta a pervertido…stephania17705@gmail.com Bueno ahora si comenzamos con el relato…
    
    El año pasado tuve aquel sueño tan placentero, tan real que me negaba a que solamente fuera eso, un sueño, incluso lo había dejado por escrito para que no se me olvidase, un sueño tan delicioso con aquel hombre de color negro que con su polla de ébano penetraba en mi vagina rosada, dándome el más grande de los placeres y un año después busque con insistencia durante días, durante semanas aquel acantilado donde tanto disfrute en mi sueño, recorrí la costa palmo a palmo, sabía que existía, sabía que lo había visto y al final casi al final del verano por fin di con él, era tal y como lo recordaba, exactamente igual que en mi sueño, una cala pequeña rodeada por paredes casi verticales y una sola entrada, un camino pedregoso y de difícil acceso por donde se bajaba a cala de no más de seis metros de arenas blancas y aguas cristalinas.
    
    Durante dos semanas estuve yendo todos los días, dos semanas ...
    ... ataviada solo con un pequeño bikini y un pareo casi transparente, bañándome desnuda en aquellas aguas cristalinas esperando y mirando ilusionada el camino, esperando ver bajar de un momento a otro aquel hombre ataviado con su toalla, su libro y con aquella camisa blanca que dejaba ver su torso atlético, el hombre que en mis sueños que me hizo gozar tanto, aquel semental negro que me follo provocándome aquellos orgasmos tan deliciosos, pero pasaban las horas, pasaban los días y lo único que hacía era dorar mi cuerpo desnudo al sol, bañarme, refrescándome un poco y sin embargo…
    
    Sin embargo en todo momento no paraba de sentir que alguien me observaba, que no estaba realmente sola en aquella cala, dentro del agua cuando me refrescaba salpicándome con las manos mis pechos, cuando saltaba para que las olas no me golpeasen el vientre antes de haberme mojado entera, cuando salía despacio y las gotas resbalaban por mi cuerpo secándose sentada en la orilla mientras las olas mojaban mis pies, notaba que alguien me miraba, mi cuerpo era un espectáculo, la distracción perfecta de un momento de excitación para alguien y de haber bajado su templo de placer, porque fuera de raza negra, blanca o asiática, yo estaba allí por un propósito, gozar como lo hice en mi sueño, follar con el primer hombre que bajara aquel camino pedregoso.
    
    Las vacaciones llegaban a su fin, me despedía desilusionada de aquella cala con la que tanto disfrute en mi sueño, pero que aún me tenía reservada una sorpresa ...
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