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Me abrí de piernas por un libro
Fecha: 29/10/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Stephania, Fuente: TodoRelatos
... necesitaba que aquella polla volviera a la vida y me volviera a follar, en el medio de la tienda había un diván enorme sin respaldo, y cogiéndole de la polla como si fuera una correa me lo lleve hasta allí, sentándome y metiéndome la polla en la boca chupándola una y otra vez, sentía que poco a poco se iba recuperando en mi boca, mi lengua pasaba por todo su contorno, besando y metiendo solo su blande en mis labios, ya estaba dura, ya estaba una vez más dispuesta a penetrar en mi interior y librar una dura batalla con mi sexo, roces, fricciones, caricias en la más absoluta oscuridad e intimidad, su polla tenía el permiso de eso y mucho más si él quisiera dentro de mi vagina, en todo mi cuerpo. Sacándomela de la boca y quitándome el vestido por la cabeza, los dos nos mirábamos en silencio, él con deseo de metérmela y yo mordiéndome lascivamente mi labio inferior deseando que lo hiciera, quitándome el sujetador despacio y más tarde mis bragas que se habían mojado con su semen, allí en aquel diván me tumbé esperándole, abriéndome de piernas para él, solo las zapatillas blancas quedaron en mi cuerpo, cuando se tumbó encima de mí, metiéndose entre mis piernas y metiendo su polla en mi vagina. Una vez más la sentía desplazarse arriba y abajo, metiéndose ahora si más profundamente en mi interior que antes, sintiéndola más grande y dura haciéndome gemir desde el primer empujón, desde la primera vez que entro suave y sin resistencia hasta el fondo de mi vagina que se iba ...
... dilatando más y más a su paso, los gritos de placer no tardaron en aparecer, parecía una gata en celo, sentía como me partía en dos con su espada, mis piernas cayeron a ambos lados del diván abriéndome más de piernas, mis brazos le rodeaban todo el cuerpo arañándole la espalda cada vez que mi vientre temblaba de placer, me estaba follando y estaba gozando igual que en mi sueño, mi vagina se llenaba de mis flujos, apretaba con mis músculos su polla para que la fricción fuera mayor, para que mis gritos despertaran la envidia de todas aquellas historias que nos observaban en silencio. Empezaba a sentir un orgasmo, empezaba a gritar su nombre como una gata en celo, su polla se metía y salía de mi coño cada vez con más fuerza, cada vez con más rapidez, mi vientre empezó a temblar, a arder, unas quemazones que se extendieron por todo el cuerpo hasta el punto de que empecé a correrme de una forma como nunca me había corrido, un orgasmo que hizo que lanzara pequeños chorros de flujo cuando me la sacó, terminaba de temblar y me volvía a follar y así varias veces hasta que dejó su polla quieta en mi interior, apretando con su pelvis y metiéndomela más y más hasta que él también explotó, con violencia sentía su semen golpearme, los dos gritábamos de placer cuando se empezó a mover, a meterla y sacarla otra vez, su semen se unía a mi flujo dentro de mi vagina, su polla se hundía en ella hasta dejarla allí dentro quieta mientras me besaba. Estaba tremendamente sudada, empapada de flujo y ...