1. Me abrí de piernas por un libro


    Fecha: 29/10/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Stephania, Fuente: TodoRelatos

    ... el cuidado y mimo del mundo.
    
    No me lo podía creer, me estaba dando unos guantes blancos muy finos para que me los pusiera y lo pudiera admirar mejor, era increíble, a pesar de los guantes, su tacto, su olor, estaba tan abstraída del mundo en esos momentos que en ningún momento me di cuenta de que mi admirador se cansó de admirarme y me abrazaba por detrás tocándome los pechos y acariciando mi cuerpo, estaba en otro mundo abstraída de todo y que solo hasta que sus manos no levantaron mi vestido y sus dedos se metieron por debajo de mis bragas y empezaron acariciar mi clítoris no me di cuenta de que me estaba metiendo mano y en ese momento en que noté sus dedos meterse en mi vagina provocándome un pequeño respingo con un jadeo ya más que evidente, no desperté de mi mundo, no llegué a ser consciente de lo excitada y caliente que estaba.
    
    A pesar de eso yo quería disimular y le hablaba del tesoro que tenía allí, de sus grabados, él insistía en sus caricias y ya no era un dedo sino dos los que metía y sacaba de mi vagina buscando un punto en el que mi cuerpo se retorciese como el de una culebra, con la otra mano masajeaba circularmente mi clítoris, ya mis gemidos más que evidentes y hacía rato que aquel libro había pasado a un segundo plano, estaba tan excitada que no pensaba racionalmente, solo pensaba en que siguiera metiéndome mano, en sentirle entrar y salir de mí y no precisamente con sus dedos, necesitaba algo más grande y duro y así se lo hice entender moviendo mi ...
    ... cadera, echando uno o dos pasos hacia atrás abriendo un poco mis piernas y apoyando mis manos en el borde de la mesa.
    
    No me acordaba de su nombre y ni falta que hacía, ahora solo necesitaba que me fuera metiendo su pene despacio y que sacara de mí los gemidos, los gritos, hacerme sentir y gozar con él, quería que me follara allí mismo rodeada de libros antiguos, enfrente de aquel incunable que me había enamorado, en eso estaban mis pensamientos cuando sentí su glande abrirse paso por mi vagina tremendamente mojada, me había apartado las bragas y empezaba a meterme la polla hasta el fondo, poco a poco su glande, su tronco iba desapareciendo en mi interior, había inclinado mi cabeza hacia abajo mirando al suelo con la melena cayendo por ambos lados de mi cara y con la boca abierta iba jadeando y gimiendo cuando la sentía entrar una y otra vez.
    
    Se había quitado el pantalón y su slip, con sus manos sobre mis pechos apretándolos cuando me embestía, cuando me penetraba con fuerza, disfrutando de mi coño mojado, su polla se deslizaba en mi interior provocando a ambos unas sensaciones de placer maravillosas, sentía como él estaba hiperexcitado y al cabo de un rato me la empezó a meter con rapidez y se empezó a correrse dentro de mi vagina, la verdad que era algo que no tenía previsto, me había llenado con su semen mi interior.
    
    Me di la vuelta para besarlo y abrazarlo, para agacharme y lamerle la polla limpiándosela de la leche sobrante, me había quedado a medias y quería más, ...