Estrenada por un pureta - Relatos Eróticos

Estrenada por un pureta

... rápidamente

Se giró cachondísima por la paja que le había hecho y le devolvió el favor agachándose y comiéndosela estando él de pie hasta que le llenó la boca de semen

Luego se fueron a la cama. Allí se desnudaron, ella lentamente, haciéndole disfrutar de sus voluptuosas curvas. Se echó boca arriba y él se la comió entera para después follarla salvajemente, saboreando a aquella joven que ofrecía su cuerpo para su placer.

Estaba totalmente ido; le cogió las muñecas y manteniéndolas agarradas la bombeaba una y otra vez. María se sentía usada y le encantaba

Antonio no dejaba de joderla rápido, tanto que se corrió como una loca arañándole la espalda.

Tiró de sus brazos para que ella se le sentase encima. Se movía clavándose la polla, él le comía y tocaba las tetas, pero no estuvieron así mucho rato, seguramente porque no sabía moverse bien, no era una buena amazona aún

-Ven- Le dijo echándose en la cama, acompañándola en sus movimientos para que se pusieran haciendo un 69

María tenía la polla a pocos milímetros de la cara, la pajeaba suavemente. Su instinto, cuando él le abrió el coño y le metió la lengua, fue cogerla, enderezarla y metérsela hasta el gaznate saboreando sus propios flujos.

-Así…ah…muy bien…ufff…ahora sí…- Gemía él acariciándole el gordo culo

Estaba en la gloria, se sentía mujer con una polla en la boca y una lengua repasándole el coño. Él jugueteaba con su ano, lamiéndose el dedo y haciéndole círculos, metiendo la yema

-Eso no…por ...

... ahí no…- Decía ella.

-Tss….calla- Replicó él metiéndole más el dedo en el culo y la lengua en el coño

La empujó del trasero para que se echara un poco más adelante, separó sus nalgas y le siguió comiendo el coño, pasando la lengua por los cachetes hasta el ano, metiendo un poco la punta. María ya no podía comérsela pero seguía pajeándolo, disfrutando de aquella sensación tan morbosa y cerda.

Se escurrió entre sus piernas dejándola a cuatro. Metía los dedos en su coño, se agachaba para comérselo, separaba las nalgas y le comía el culo. María amortiguaba los gemidos con la almohada.

Notaba el movimiento de la cama, pajeándose. El dedo bien mojado con sus flujos ya entraba y salía de su culo con soltura. Más movimiento, se le acercó de rodillas, la apuntaló en el coño y volvió a penetrarla

-Ah…ohhh…ahhh…- Se oían sus gemidos a través de la cama

Notó cómo caía algo viscoso en su trasero cuando él se detuvo con la polla clavada hasta los huevos en su coño. Un dedo de la mano que le acariciaba el trasero se deslizó a su ano y lo restregó, después se hundió en él; Era más gordo que con el que la había estado dando por el culo.

De nuevo lo mismo; la penetraba unas cuantas veces, le echaba saliva y con el pulgar la restregaba y metía, hasta que notó el dedo haciéndole círculos. Era una sensación agradable tener los dos agujeros penetrados. Le sacó el pulgar, más saliva, y le entró algo más grande y largo; dos dedos bien mojados.

-¡Qué culazo tienes nena!

-Ya ...