1. Estrenada por un pureta


    Fecha: 04/11/2025, Categorías: Infidelidad Autor: bertus1985, Fuente: TodoRelatos

    ... vio y tocó días antes.
    
    Su timidez y la falta de tiempo evitaron que llegaran a más como pareja, y además María temía el día en que se acostaran; una noche estaba muy cachonda después de haberse enrollado y pajeado a Alberto, y tonteado con Carlos. Se dispuso a masturbarse como siempre bajo el amparo de las sábanas, sin pantalones ni bragas, con el cepillo de pelo. Empezó a introducir el mango y a sobarse, sentía tanto placer que, al llegar al tope, sólo pensó en la polla de su novio (y bueno, en la de Carlos) y se le fue la mano metiéndolo, haciéndose sangre y rompiendo su virgo.
    
    Volvió a suceder, otro viernes de plantón, esta vez por un tema más serio según Alberto, pero María se había enfadado ya en demasía porque verdaderamente estaba en sus días de celo y necesitaba, ya no era querer era necesidad, necesitaba follar, que la desvirgase como Dios manda, y ya le explicaría lo sucedido si no sangraba. Pero no estaba disponible su macho, así que pensó divertirse un rato con su amiguete
    
    Con la mano moviéndose en sus bragas llamó por el modem y se estableció la línea de internet, a aquellas horas de un viernes sus padres no iban a recibir llamadas. Envió un correo a Carlos, sólo para tontear, mientras miraba su foto-polla. Se corrió antes de que contestara.
    
    Él insistía en que se portaría bien, que se vieran. María, osada y dispuesta al menos a conocerlo para luego poder fantasear con mejor perspectiva, dijo de ir a la disco directamente, pero él sugirió que viniera ...
    ... a casa, que estarían más tranquilos para conocerse, y que si no le gustaba así podía marcharse sin gastarse un duro. Aceptó.
    
    Salió de casa intentando no hacer mucho ruido, aunque poco importaba porque sus padres ya tenían la idea de que iba a salir de fiesta. Iba con un top negro que realzaba sus pechos y una minifalda también negra, a juego con sus botas de media caña oscuras.
    
    Cogió el tren nerviosa, y a la siguiente parada bajó y caminó unos minutos hasta la zona donde le había dicho, pero no encontró la dirección exacta. Gastando unas pesetas le envió un mensaje y Carlos le orientó; se había pasado de calle.
    
    Al lado de un bar, un portal pequeño, cinco plantas con tres pisos por planta. Quinto primera; casi le da un ataque al oír el timbre sonar a esas horas intempestivas.
    
    No oyó voz alguna, sólo el ruido de la apertura eléctrica; empujó la puerta marrón con cristales protegidos y entró. Por suerte había ascensor, cerró los batientes y pulsó el quinto. Cada piso era una agonía para su nerviosismo
    
    Se acercó a la puerta y justo iba a timbrar de nuevo, ésta se abrió.
    
    -Ho…hola, ¿está Carlos?- Preguntó al cincuentón fofisano con el pelo alborotado y barba de cuatro días que le había abierto la puerta, con el pecho peludo y bien tonificado descubierto y sólo un pantalón corto deportivo. Iba descalzo.
    
    -Pasa un momento- Le dijo con gesto afable
    
    -Em…no, mejor espero…- Dijo dudando
    
    -Pasa tranquila, no tengas miedo
    
    -Yo…casi que mejor…me voy…
    
    Él alargó ...
«1234...13»