Estrenada por un pureta - Relatos Eróticos

Estrenada por un pureta

... basta por favor- Decía llena de placer por la polla incrustada en el coño y los dos dedos hurgándole el culo

La empezó a penetrar rápidamente y metió los dedos en su culo hasta los nudillos, proporcionándole un nuevo orgasmo

-¡Córrete! ¡Sí! - Le decía a la joven agotada, escupiendo de nuevo en los dedos para lubricar más

Justo en ese preciso instante, gritando a lo loco de placer, Antonio se quedó muy quieto temblando y boqueando, clavando la polla varias veces hasta el fondo. María no podía zafarse, la tenía bien apretada contra la cama a su merced, con la polla clavada hasta los cojones. Cada milímetro que ella conseguía separarse él lo reconquistaba.

-¡Ahhh! ¡Ahhh!- Gimió él metiéndola y sacándola un par de veces más

María notó cómo la punta se movía dentro de ella y todo se lubricaba más y más. Temía decirle que era un cabrón por correrse dentro, Antonio estaba muy excitado y alocado, seguía abriéndole el culo, arañándole la espalda, agarrándola del cuello o tirándole del pelo sin dejar de meterla y sacarla, ya algo más flácida, saliéndose y escurriéndose los líquidos por sus muslos.

Quería que parara para poder ir al aseo a limpiarse el coño e intentar extraer todo lo que pudiera pero él seguía penetrándola, cada vez más duro.

El miedo volvió a convertirse en placer cuando se sintió de nuevo un objeto, siendo usada por ese hombre, queriendo preñarla y hurgándole el culo. Él lo notó y la folló más rápido y le metió los dedos en el ano hasta el ...

... fondo, estampándole la cara contra la almohada haciendo que casi no pudiera respirar. María tuvo su enésimo orgasmo

Esperó a que se relajara y, en menos de tres segundos, la sacó, se restregó saliva en la punta y la colocó en el ano. Empujó y consiguió meter la punta haciéndole bastante daño

-¡No! ¡No! ¡Para!- Se incorporó ella intentando retirarse pero él la tenía cogida de las caderas y aquello sólo consiguió que se la metiera un poco más

-¡Sí putita! ¡De aquí te vas a ir con un completo y bien estrenada!- Empujó un poco más la polla en su culo- ¡Uff! ¡Qué culazo!

-¡Para! ¡Para! ¡Duele!

Pero él, lejos de parar, la sacaba un poco para volver a meterla de golpe un poco más.

No podía ni respirar de la presión y sensación de tener aquel pollón metiéndose en su culo

-¡Para! ¡Para! ¡Aiiii mi culo!

-Tsss…relájate

-¡No! ¡Sácala!- Pedía llorando

Él la agarró de las tetas y dio un último empujón. Por suerte su gordo trasero impedía que entrase del todo, chocando sus cojones contra las nalgas. María lloraba, más de vergüenza y rencor a sí misma por estar haciendo eso con otro que no era Alberto que por otra cosa. Se veía a sí misma, joven, desnuda, habiendo sido follada por un hombre mayor que ahora mismo la tenía enculada y a su merced.

-Ya….ya…relájate- Le susurraba, haciendo que se volviera a tender acariciándole la espalda- ¿Ves? ¿Así mejor?- Decía metiéndola y sacándola muy poco a poco

Era una sensación rara pero placentera. Antonio siguió así unos ...