Estrenada por un pureta - Relatos Eróticos

Estrenada por un pureta

... besarla lascivamente; ella no respondía. Antonio, contrariado y a la vez excitadísimo por la sumisión de la chica, le cogió la mano e hizo que la metiera en su pantalón. María se humedeció muchísimo al contacto de la piel caliente y la dureza de aquella polla terminada en una mata de pelo espesa, común en aquellos tiempos

Le bajó más el top, se quedó embelesado con sus hermosas tetas y se las llevó a la boca. Sólo susurró entre besos y lametones que la tocase, pero ella permanecía con la mano posada en la polla

-Tócala anda…mira cómo me tienes…- Dijo bajándose un poco el pantalón para que se saliese.- Agarró su mano e hizo que le pajease. Parecía darle más morbo que no hiciera nada. Movía la mano arriba y abajo hasta que ella sola continuó pajeándolo suavemente- Así…muy bien

Continuó comiéndole la boca, sobándole las tetas y a ratos comiéndoselas. María intentaba disimular lo cachonda que estaba, pero a ambos les estaba gustando ese juego morboso de niña indefensa.

Él se incorporó y cogiéndola de la nuca le restregó la cara por la pelambrera del pecho. Se recostó en el sofá y siguió conquistándole centímetros, bajándola cada vez más. María hizo fuerza para arriba cuando llegó al estómago, haciéndose la dura, pero él insistió a dos manos en el pelo hasta que sus labios sellados tocaron la punta de la polla que María se quedó viendo en primer plano unos segundos, babeando. No sabía qué hacer, no se la había ni chupado a Alberto, aunque su instinto le decía que ...

... la deglutiera se resistió.

Antonio la empujaba hacia arriba frotándole el capullo en los labios, pero ella tenía labios y dientes cerrados.

Insistió dándole pollazos, agitándosela con la mano. Consiguió colarla por los labios hasta la mejilla. Le dio morbo notársela ahí, como una ardillita con una nuez en la boca

Separó sólo un instante los dientes, pero fue suficiente para que Antonio le colara el capullo en la boca y le apretase la cabeza para que tragase cada vez más carne. Al conseguir lo que quería se desbocó y no perdió la oportunidad; movió una y otra vez las caderas follándole la boca. María seguía dejándose hacer, aunque ardía en deseos de comérsela ella.

Cada vez que la metía la atragantaba, salivando más y más. El olor a macho que desprendía el vello púbico la embriagaba. Se estaba volviendo loca de morbo al notar esa polla follándole la boca, la presión de las manos en la cabeza y sus tetas aplastadas en el muslo de ese hombre

De repente se movió convulso, diciendo entrecortado “agh…agh” e hizo que se la metiera hasta el gaznate aguantándola de la cabeza y él aullando al techo. Un sabor desagradable emanó y no pudo zafarse, derramándose todo su semen en la garganta sin poder evitarlo

“Bueno, ha sido morboso” Pensó María cuando la liberó, volviendo a subirse el top, contando que aquello había sido toda su aventura fuera del noviazgo.

-¿Te ha gustado?- Le preguntó y ella alzó los hombros- ¿tu primera mamada?-Asintió silenciosa, sintiéndose muy ...