-
Verano, bicicleta, maduro, twink: cóctel explosivo
Fecha: 07/11/2025, Categorías: Gays Autor: Klaus, Fuente: TodoRelatos
... apretarlo un poco. - Gracias -dijo Raúl que había mirado atentamente sin decir nada-. ¿Te ayudo haciendo algo más que sujetar? - No, ahí estás bien. Vamos a ver... Fui desplegando las distintas llaves de la multiusos a ver si alguna valía. - Oye -dijo con tono de duda-... ¿has dicho que estoy como un queso? - Mmm, creo que sí. ¿Nunca habías oído la expresión? - Sí, por eso -replicó-. No pensé que encajaría en esa definición. ¿De verdad te lo parezco? Lo miré desde abajo donde me había sentado mientras él, de pie, sujetaba la bici. El maillot ajustado como una segunda piel, ni un pelo en las piernas ni en los brazos, ni una mota de grasa. Casi seguro no llevaba ropa interior, no se le hacía ninguna arruga... con el refuerzo para el asiento la marca del paquete sólo se intuía. - Cuando acabes la carrera -contesté sin mirarle, atento al arreglo que intentaba hacer-, harás el juramento hipocrático, juras lo que puedes hacer o no como profesional. - Tú eres médico!? -me interrumpió. - Ajá -contesté-. ¿Ves como tú también puedes adivinar cosas? - Dentro de lo que juras -proseguí- está que no revelarás ningún secreto que se te cuente, ni por interés, ni bajo amenaza, ni tortura, ni siquiera después de muerto quien te lo contara. Alcé la vista y le miré de reojo. Me escuchaba atento. - Hombre, si jurases ese apartado desde ya, a lo mejor podrías esperar alguna respuesta sincera de un honrado profesional y padre de familia como yo, que tengo ...
... hijos mayores que tú... - Lo juro -contestó enseguida. - ¿Seguro? Piensa que es un delito incumplirlo... a veces es mejor no saber secretos y así no hay que preocuparse de guardarlos -dije, ahora sí mirándole a los ojos-. No se trata de curiosidad, se trata de conocer los secretos de la gente y ser completamente de fiar. Ahora lo pensó un poco más. Me miraba curioso. - Juro que no revelaré ningún secreto que me confíes -dijo, con tono serio-. Que me lo llevaré a la tumba sin contarlo. - Bueno, pareces fiable -reconocí-. ¿Cuál era la pregunta? - Que si en serio te parece que estoy como un queso. Volví a mirarle. Madre mía, si se le escapaba la testosterona hasta por los cordones de las botas... -Estás como un queso -afirmé-. Para comerte enterito de arriba a abajo, así, sudadito tal y como estás. Un segundo de silencio. No sabía qué contestar, supongo. - No puedo apretar esto -dije, soltando la llave y empezando a ponerme de pie, para romper la tensión de la escena. Me sacudí el polvo del maillot, quedamos de pie casi a la misma altura, aunque yo era más alto-. Ahora pensaremos qué hacemos con ella. - Enterito de arriba a abajo qué significa -preguntó, sin hacer caso a mi último comentario. Le miré. - Pues arriba desde la coronilla -señalé con el dedo, sin tocarlo-, hasta abajo a los dedos de los pies. - ¿Y los puntos intermedios? -preguntó. Miré hacia su entrepierna, que parecía empezar a latir o quizá era por las ganas que yo ...