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LNE (3). Unicornios en modo combate
Fecha: 08/11/2025, Categorías: Grandes Series, Autor: Schizoid, Fuente: TodoRelatos
... pares… César comenzó a moverse más rápido, tomándola de las caderas, llevándola al ritmo de su cuerpo. Su culo era delicioso. Apretado como un cepo, caliente como un horno, su ano tensísimo ordeñaba y exprimía su polla con fuerza, desde la base hasta la punta, con cada entrada y salida. Marian se arqueaba hacia él, perdida en la mezcla de sensaciones. Y cuando una de sus manos encontró su coño, acariciándola mientras la embestía desde atrás, Marian gritó. No de dolor, sino de placer. Placer puro, caliente, absoluto. Cuando ambos llegaron al orgasmo, no fue explosivo, fue profundo. Como un suspiro prolongado que venía desde lo más bajo del vientre, como una explosión sorda llegada desde el centro mismo del cuerpo. Y cuando él la abrazó después, aún con su polla durísima dentro de su culo, aún temblando, Marian supo que no solo había cruzado un límite físico. Había abierto una puerta nueva a su propio deseo. Cuando al fin salió de su culo, cayeron al mismo tiempo sobre el sofá, exhaustos, aún enlazados.brszls y piernas y labios. César la abrazó desde atrás, su respiración enredada con la de ella. —¿Estás bien? —preguntó, besando su cuello. Marian asintió, sonriendo. —Estoy… más que bien. No sabía que algo tan intenso podía ser tan… íntimo. *** Siempre que le preguntaban, César señalaba sin dudar el día que comprendió finalmente que aquel colegio era algo… peculiar. Era lunes, eso seguro, porque la semana se desplegaba ante él con la misa sensación ...
... de cuando te vas a la cama tras un día duro, y de repente te acuerdas de que tienes una lavadora sin tender.Una tetera eléctrica chisporroteaba en la esquina del aula de la AMPA mientras Maribel se empeñaba en reorganizar compulsivamente las bolsitas de infusión por colores y propiedades digestivas, maldiciendo por lo bajo a quien ponía el mismo concienzudo empeño en desordenarlas cada viernes que ella no podía acudir a las reuniones. Bea, como siempre, no decía nada, pero tenía una expresión que sugería que estaba evaluando a todos por dentro como un escáner mental. Y no estaban sacando buena nota. César llegó con el abrigo aún puesto y el cuello de la camisa desabrochado, cargando una caja de madera con una inscripción en idioma extraño, escrito con demasiadas consonantes —¿Y eso? — Inés preguntó con una ceja arqueada y el café en la mano, curiosa. —No preguntes. Es del nuevo programa de intercambio con el colegio Blissot de Bratislava. —Dejó la caja con un golpe seco sobre la mesa—. Al parecer, nos han mandado… una muestra para un taller. Cosme me lo ha dado al entrar. —¿Una muestra de qué? —preguntó Marian, entrando en el aula con un sombrero de paja absurdamente grande. -Espera que mire… es un taller de…. apicultura educativa. En ese momento, un leve zumbido se escapó por una rendija de la caja. Todos se quedaron muy quietos. Exageradamente quietos. Jodidamente asustados quietos. —¿Eso son… abejas? —preguntó Marisa, retrocediendo un paso hacia la ...