Su última adquisición, Cap. 3 - Relatos Eróticos

Su última adquisición, Cap. 3

... con la oscuridad que albergaba en lo más profundo de su lujurioso espíritu. Tenía que pensar en ella, enkari y enbrit, quitarse de encima el atuendo de esposa de Emily, fingir que era una esclava neófita —cosa que era— no alguien a quien conocía tan bien.

“Hay muchas mujeres que encuentran esas páginas web, por las que has estado navegando, y piensan que ser esclava es un viaje sensual y dichoso hacia lo desconocido... pero no es así. Es un trabajo duro, una labor ardua. Dependiendo de la profundidad a la que quieras llegar, te llevará un tiempo descubrir adónde te lleva tu verdadera sensibilidad, si puedes llegar hasta el final, o es algo con lo que juegas como un niño que se disfraza. Es una forma de vida seria, Emily...”

"Sé que es algo serio," le interrumpió. "Y no me estás tomando en serio a mí." Su impaciencia se notaba, aunque la de él también.

"Tendrás que disculparme, Emily, esto no era exactamente lo que esperaba para la cena de esta noche."

"Estoy segura. Pero quizás sea hora de que nos entendamos de verdad y entendamos por qué estamos juntos. Estoy segura de que este es un destino que nos hemos estado ocultando."

Su vena fatalista mística estaba en juego, tratando de encontrarle sentido al asunto dentro de sus extraños esquemas internos, donde no había accidentes en la vida y las personas se unían por propósitos misteriosos. Justin pensaba de forma más lineal: había decisiones, consecuencias y nada más.

"No te pongas en plan New Age conmigo. ...

... Estamos juntos porque las hormonas estaban en su punto justo en su momento, y nos encontramos mutuamente agradables, porque soy bueno cuidándote y porque me encanta cómo te mueves. Es físico y social, y poco más. Sé que no estás de acuerdo conmigo y no voy a discutirlo. Pero si me quieres como amo, tendrás que aceptar mi forma de ver el mundo."

"Sí, señor." Parecía contenta de decirlo. Y respirando con más tranquilidad, se recostó en su asiento como si hubiera ganado la guerra, mientras él seguía furioso.

"¿Por qué demonios te parece tan simple?" negó con la cabeza, asombrado. “Hasta hace una hora éramos marido y mujer… no va a ser fácil cambiar de vida.”

“¿Y por qué no?”

“Porque toda relación amo/esclava requiere un acuerdo entre ambos. Me has hecho una propuesta, Emily; obviamente lo has estado considerando desde que te topaste con mi correspondencia privada. Ahora me toca a mí pensar en ello.”

“Sí, señor.”

“Y no me llamesseñor. Eres mi esposa, y eso es todo hasta que yo te diga lo contrario.”

“Si no confías en mi sinceridad, Justin, lo entiendo. Pero puedo demostrarte quién soy. Sé lo que siento. Sé cuánto tiempo llevo sintiéndome así.” No estaba convencido. “Podría haberme enfadado al ver esta otra faceta tuya, convertirme en una arpía justiciera por lo que has hecho y por quién eres, pero habría sido tan falso contigo como tú lo has sido conmigo. ¿Cómo podría...?”

“¡Basta!” respondió lo suficientemente alto como para llamar la atención de los que ...