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Pelirroja... peligrosa (4ª parte)
Fecha: 10/11/2025, Categorías: Hetero Autor: Schizoid, Fuente: CuentoRelatos
... Nuri está buena, buena, buena. Sólo de pensar en que me la iba a comer enterita me ponía al borde del orgasmo. -Póntelo, por favor -me dice, apartándose un mechón rebelde de su melena que le cae sobre los ojos. Me bajo los pantalones y el slip, me saco el miembro, abro el condón y me lo pongo, observando que ella mira golosa mi polla, que a pesar del tute de la mañana está bien tiesa, lista para la acción. Cuando lo tengo dispuesto la miro otra vez, ella se baja las bragas dejando a la vista un coño peludo, de vello color oscuro pero bien recortado. Con cuidado se acerca a mi nabo mientras yo la espero sentado con mi mango listo apuntando al techo, lo coge y lo dirige a la entrada de su chochito. Despacio, se va bajando y metiendo mi polla hasta que posa su culo en mis muslos. -Aaaah… -gime bajito, y esconde la cabeza en mi cuello. Su cuevita es suave, y siento las paredes de su vagina, rosadas y babeantes, que apresan mi polla con un abrazo relajado pero firme. Ella comienza a subir y bajar, y me lleva al paraíso. Se mueve la hostia de bien, y contrae y relaja su vagina para ir casi manipulando mi nabo. Apoyadas las manos en mis hombros, sube y baja moviendo el culo en círculos, y me invade una sensación maravillosa… ¡qué bien lo hace esta chiquilla! Yo mientras me dejo follar, sobeteando bien sus tetas que cuelgan a la altura de mi cabeza, y no pierdo ocasión de magrearle el culito duro y respingón que tiene, con un tacto increíble, de melocotón, firme, prietito y ...
... cubierto de unos pelitos finos, casi invisibles, pero que cuando los acaricias se sienten estupendos. ¡Que cuerpazo! -Mmmm…. mmmm… -Ella gime con la boca cerrada, mordiéndose el labio, muy bajito, con la frente contra la mía, sacudiendo la cabeza y el pelo de vez en cuando. Estoy echando un polvazo con un yogurín de dieciocho años que folla como una diosa. La sobo bien sobada por todos sus rincones, impregnándome de su olor a colonia y a sudor, frotando con mis manos su espalda y sus costados, sus tetas, su culo, sus muslos firmes, y dejo que ella se entierre en mi polla, se empale el coñito dándome placer. Entonces pasa algo. Suena el teléfono, que está en una mesa junto a la tele. Los dos nos paramos, ella sentada en mis rodillas, apretando mi polla con su coño, y yo totalmente desorientado, con la sensación de calor que noto en mi nabo, y la súbita urgencia por coger el teléfono, que sigue sonando. Nuri se saca mi polla y se sienta en el sofá, y mi polla reluciente de jugos se encuentra de repente huérfana al frío aire de mi casa. Aguantando una maldición, cojo el teléfono. -¿Dígame? -casi grito cuando contesto. -¿C…? ¿Eres tú? -¡La madre que me… es Silvia! Casi se me baja de golpe la erección. Miro a Nuri, que está desnuda recostada contra el sofá con los ojos cerrados, y empiezo a maldecir en mi interior. -Sí, soy yo. ¿Qué ocurre? Me has despistado, Silvi. -Espero que eso justifique un poco mi rugido al contestar. Silvia parece que se contenta con la ...