1. Una Noche de Fuego en Málaga


    Fecha: 13/11/2025, Categorías: Infidelidad Autor: GTor0, Fuente: TodoRelatos

    ... conocía bien, pero ahora mezclado con una seguridad que me hizo dudar si estaba loca o si realmente sabía lo que hacía.Los policías, un hombre y una mujer, se acercaron con linternas en mano. “¿Qué están haciendo aquí? Esto es un espacio público,” dijo el hombre, un tipo corpulento con bigote, mientras nos apuntaba con la luz. La mujer, más joven, nos miraba con una mezcla de curiosidad y desaprobación. Me subí los pantalones a toda prisa, con las manos temblando, mientras sentía el sudor correr por mi espalda. Iba a abrir la boca para balbucear alguna excusa, pero Sandra se adelantó.“Ay, agentes, qué vergüenza,” dijo con un tono meloso, bajándose el vestido con una lentitud deliberada que no pasó desapercibida para los policías. “Es que… bueno, ya saben cómo es Málaga por la noche. Una copita de vino de más, el ambiente, y… nos dejamos llevar.” Se acercó al policía hombre, contoneando las caderas de una manera que era imposible no notar. “No queríamos hacer nada malo, de verdad. ¿No nos pueden perdonar esta vez?” Su acento andaluz era puro encanto, y mientras hablaba, se inclinó un poco hacia adelante, dejando que el escote de su vestido mostrara más de lo necesario.El policía bigotudo carraspeó, claramente afectado por el espectáculo. La mujer, sin embargo, no parecía tan impresionada. “Esto es exhibicionismo público, señora. Podríamos detenerlos ahora mismo,” dijo con voz firme, cruzándose de brazos. Sandra no se inmutó. Giró hacia la agente y le dedicó una sonrisa aún ...
    ... más seductora. “Ay, no me diga eso, guapa. Mire, yo soy de Málaga, conozco a mucha gente por aquí, y no queremos problemas. ¿De verdad nos van a llevar por una tontería así? Podemos… llegar a un acuerdo, ¿no?”Yo estaba mudo, con el corazón en la garganta, incapaz de creer lo que estaba escuchando. ¿Un acuerdo? ¿Estaba intentando sobornar a los policías? Pero entonces vi cómo el hombre y la mujer se miraron entre sí, como si estuvieran considerando algo. El bigotudo apagó su linterna y dio un paso más cerca de Sandra. “¿Qué tipo de acuerdo?” preguntó, su voz más baja, cargada de un interés que no tenía nada que ver con la ley.Sandra me miró de reojo, con esa chispa de malicia que ya conocía, y luego volvió a enfocarse en los policías. “Bueno, agentes, yo soy una mujer… generosa. Y mi amigo aquí,” señaló hacia mí, “es muy obediente. ¿Qué les parece si nos divertimos un poco los cuatro? Nadie tiene que saber nada, y todos salimos ganando.” Mi mandíbula cayó al suelo. ¿Estaba sugiriendo lo que yo creía que estaba sugiriendo?La agente mujer arqueó una ceja, pero no dijo que no de inmediato. El hombre, por su parte, ya parecía convencido. “Aquí no,” dijo, mirando a su alrededor. “Vamos a un sitio más discreto.” Nos hicieron subir al coche patrulla, y yo, todavía en shock, me dejé llevar como un autómata. Sandra iba a mi lado en el asiento trasero, y me susurró al oído: “Relájate, gordito. Esto va a ser divertido.”El coche nos llevó a un aparcamiento vacío a las afueras de Málaga, ...
«12...789...13»