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Incesto y perversión (12) padre/hija hermana/hno
Fecha: 13/11/2025, Categorías: Incesto Autor: Gabriel B, Fuente: TodoRelatos
... pero su excitación era innegable. Lulú empezó a masajearla de manera descarada. Unos segundos después, ya sentía la pija de su papá completamente dura en su mano. Le gustaba verlo así, tan contrariado, pero sin poder apartarse de ella. Gozaba mucho de manipular a su padre tan fácilmente, orillándolo a hacer cosas inmorales. —Bueno, basta —repitió Mauricio, esta vez un poco más firme—. Si te ponés así de pesada, voy a tener que mantenerme alejado de vos. No solo acá, sino en la casa. Tenés que saber controlarte. Sin embargo, mientras decía esto, la chica seguía estimulando su pija, y lo hacía soltar jadeos involuntarios. —Qué lindo te ponés cuando te enojás —le dijo ella, soltándolo con suavidad. El silencio volvió a rodearlos. El agua tibia, el sol en los hombros, el pasto vibrando en el borde de su visión. Era como si el mundo se hubiera frenado ahí. Mauricio le dio la espalda, y se acomodó la verga. Aunque igual, si tuviera que salir de la pileta en ese mismo momento, por cualquier motivo, su dureza sería evidente, y el hecho de que la tuviera mientras estaba nadando con su hija sería de por sí muy vergonzoso. De repente, ella soltó una carcajada. Una risita odiosa que le llegó como un dulce veneno. —¿Tanto miedo me tenés que te alejas? —dijo. Fue nadando detrás de él. Mauricio sabía que iba a molestarlo, pero no podía predecir lo que la mocosa haría. Cuando sintió las manos en el traje de baño, fue demasiado tarde. Lulú se lo bajó de un Tirón. ...
... La parte frontal se mantuvo en su lugar un momento, trabada por la rigidez de su entrepierna. Pero aún así, ella logró bajárselo, a la vez que el miembro se sacudía arriba abajo dentro del agua, por la brusquedad del movimiento. —¡Lourdes! ¿Estás loca? —dijo él, comenzando a enfurecerse de verdad. Pero ella se había sumergido en el agua. La sintió moverse delante de él. Luego vio su cuerpo esbelto nadando cerca de sus piernas. Entonces la mano volvió a cerrarse en su verga, que esta vez estaba desnuda, bajo el agua. Él la agarró de un brazo y la hizo subir. —Pendeja de mierda —le dijo—. ¿Te pensás que el próximo castigo van a ser solo unas nalgadas? Ya vas a ver lo que te espera. Se volvió a subir el traje de baño. El enojo hizo que su miembro empezara a ablandarse un poco. —Quería ver si te la podía chupar debajo del agua. Pero es imposible. Menos mal que me sacaste —explicó ella. Eso le sacó una carcajada a Mauricio. Lulú siempre había sido medio loca y muy ocurrente, pero jamás había imaginado que una de esas ocurrencias sería hacerle una mamada a su papá debajo del agua. —Estás descontrolada —le dijo. —Pero eso te gusta, ¿no? —Sí, pero si no nos cuidamos… —dijo él. Se quedaron flotando muy cerca el uno del otro. El enojo de él, si es que fue realmente enojo, se disipó con la misma facilidad con la que había aparecido. —Y acá… ¿vamos a poder estar solos un rato? —preguntó ella, haciendo un puchero. —No lo creo —dijo él—. De hecho, acá ...