Cuando pienso en él - Relatos Eróticos

Cuando pienso en él

... fuera néctar, mientras lo miro a los ojos, suplicando por más.

—Buena puta… —susurra

Me da una cachetada seca. Me gira la cara. Siento el ardor inmediato en la mejilla, y el gemido que se escapa de mis labios es casi un sollozo de placer. Me golpea de nuevo, del otro lado y hace que me tiemble el cuerpo

Me folla más duro y brutal. Más rápido. Su cuerpo choca contra el mío sin piedad, haciéndome botar bajo él, mis pechos se mueven arriba y abajo y su mano sigue en mi cuello. Su mirada no se mueve de mis ojos.

—Te voy a llenar ese coño —gruñe con los dientes apretados

con una última embestida, profunda y feroz, se corre dentro. Lo siento. Todo... Cada pulsación caliente derramándose en lo más hondo de mí. Gimo. Me arqueo, abierta, temblando, con su semen todavía derramándose dentro.

Me quedo quieta unos segundos. Jadeando. Sintiéndome vacía y plena a la vez. Luego, despacio, deslizo los dedos por entre mis piernas, acariciando la raja de mi coño, caliente, empapada… chorreando con su leche espesa.

La recojo con los dedos, sintiendo cómo se mezcla con mis propios jugos, y los llevo a mi boca. Los chupo despacio, uno a uno. Los paso por mi lengua, saboreándolo como si fuera lo más delicioso que he probado nunca. Y lo es. Porque es él. Porque soy suya. Porque acaba de marcarme por dentro y por fuera.

Y mientras lo saboreo, lo miro, jadeando, con las piernas abiertas, esperando que me use otra vez.

Porque aún no he tenido suficiente.

Y sé que él tampoco.