La sumisión de Claudia, Cap. 8 - Relatos Eróticos

La sumisión de Claudia, Cap. 8

CAPÍTULO OCHO

"¡Eh! ¡Ay! ¡¡¡EH!!! Dije ¡BASTA!

Claudia dio un paso atrás, jadeando y sudando. Levantó las manos. "¡Lo siento! ¡Lo siento! Me deje llevar un poquito."

"¿Un poquito?" Su compañera de entrenamiento le frotó el brazo. “¿A quién intentabas matar? Sé que no era a mí.”

"Lo siento, Carline." Aun respirando con dificultad, Claudia se quitó los guantes finamente acolchados de las manos. "Creo que tenía mucho en qué trabajar." La adrenalina que la había mantenido se estaba desvaneciendo ahora. De repente se sintió cansada.

"UH Huh." Asintió Carline. Se pasó el antebrazo por la frente. Era media cabeza más alta que Claudia. Su piel color café y crema brillaba con su propio sudor. Se quitó los guantes, los tiró y se pasó los dedos por el pelo negro, muy corto. "¿Cómo se llama?" sonrió.

"¿Qué?"

"Vamos," insistió Carline. “Nunca antes te había visto perder el control así, así que tiene que ser por culpa de algún tío. ¿Estoy en lo cierto?” Su sonrisa ahora era provocativa.

"Sí," admitió Claudia después de una larga pausa que ya era por sí sola una respuesta afirmativa.

"¿Y qué pasó? ¿Dijo que llamaría y no lo hizo?”

"No exactamente," Claudia se encogió de hombros. De hecho, Sam había llamado... una vez. Pero había una diferencia horaria de tres horas entre dónde estaba él y dónde estaba ella, y terminó hablando con su contestador automático. No había sido un gran mensaje, sólo que había llegado sano y salvo y que estaría en contacto. Había ...

... esperado dos días más para que la llamara, poniéndose cada vez más inquieta e irritada cuando él no lo hacía, antes de pensar en revisar el correo electrónico. De todos modos, lo revisaba con poca frecuencia y ni siquiera había pensado en ello durante todo el tiempo que Sam y ella estuvieron juntos, por lo que el buzón estaba lleno. La mayor parte era correo basura. Siempre lo fue, pero como no sabía la dirección de correo electrónico de Sam… extraño que él nunca se lo hubiera dicho… había tenido que revisar cada mensaje hasta encontrarlo: unclejack01. Le había enviado al menos dos correos electrónicos todos los días, incluido el día que dejó el mensaje en el contestador automático. Bien, entonces se había mantenido en contacto como había prometido. Pero de alguna manera, la forma en que lo había hecho la molestó. ¿Por qué no le había dicho que iba a utilizar el correo electrónico?

"Entonces... ¿llamó?" Carline parecía desconcertada.

"No exactamente."

“Chica, estoy confundida. ¿Qué diablos hizo entonces?”

“Me envió correos electrónicos.”

"Oh. Bueno, ya es algo, en todo caso. ¿Y cuál es el problema? ¿Te ha mandado a paseo?

"No." Claudia negó con la cabeza. “Es un poco complicado. Tuvo que salir de la ciudad muy repentinamente.”

"Ah ah." Carline se cruzó de brazos y asintió. “¿Y le creíste?”

Claudia la miró. Realmente no quería hablar de eso en absoluto, pero Carline era lo más parecido que tenía a una amiga cercana aquí. “Sí. Le creo."

"¿Va a ...