1. Ser dependiente de una sexshop - 2


    Fecha: 21/11/2025, Categorías: Infidelidad Autor: secre, Fuente: TodoRelatos

    ... giró hacia mí, sus ojos brillantes y su rostro sonrojado. "Gracias, mi señor," susurró, su voz llena de gratitud y satisfacción.
    
    Sonreí, satisfecho de haber podido llevarla a ese lugar de éxtasis. "De nada. Ha sido un placer."
    
    La ayudé a recomponerse, asegurándome de que estuviera cómoda y satisfecha antes de dejarla continuar con su exploración. "Si necesitas algo más, no dudes en llamarme," le dije, mi voz llena de preocupación y cuidado.
    
    Ella asintió, una pequeña sonrisa jugando en sus labios. "Lo haré. Gracias por todo."
    
    Con su cuerpo bien satisfecho, la dejé para que continuara su aventura, sabiendo que había sido parte de un momento especial en su vida.
    
    Esperaba que saliese, comprase el dildo de tres cabezas, que era algo más caro que el resto, y fin. Pero tardó en salir. Cuando me extrañaba, bajé la radio entre dos canciones, y pude escuchar que estaba en una llamada de teléfono. Casi sale estando yo cerca de la puerta. Al salir, le pude escuchar decir, "Cariño, sí, he comprado el dildo de tres cabezas como dije." Me miró sonrojándose. "Esta noche lo probamos."
    
    Y para mi sorpresa continuó, "sobre tu idea de tener un trío con un hombre, lo he estado pensando. Ya sabes, me dan asco los hombres," dijo mirándome ...
    ... a la cara, "pero creo que me atrevería con un hombre mayor, experimentado y que no fuerce la situación. Lo hablamos esta noche, mi amor."
    
    Sus palabras me dejaron intrigado y ligeramente halagado. Era evidente que su curiosidad y deseo de explorar habían aumentado, y la idea de un trío con alguien como yo, alguien que ella consideraba experimentado y respetuoso, no le parecía tan descabellada.
    
    Sonreí para mis adentros, imaginando las posibilidades. La idea de ser parte de su próxima aventura, de guiarla y explorar juntos, era tentadora. Sin embargo, mantuve mi profesionalismo, asegurándome de que mi expresión no revelara demasiado.
    
    "Gracias por tu compra," le dije, mi voz calmada y amable. "Espero que disfrutes de tu nueva adquisición. Si en el futuro necesitas más recomendaciones o simplemente quieres hablar, aquí estaré.". Ella respondió con un "Gracias", que en mi mente pareció tener más valor del habitual, "por ayudarme"
    
    Ella asintió, una mezcla de timidez y anticipación en su rostro. "Gracias. Lo haré. Adiós.". Antes de irse, cogió una tarjeta de la tienda. "¿Siempre estás tú al teléfono?", me preguntó. Casi siempre, los autonomos a veces también cogemos la gripe o algo similar, me reí. Entonces se guardó la tarjeta. 
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