1. Compañeros - Capítulo 23: La mirada de Carlota


    Fecha: 22/11/2025, Categorías: Grandes Relatos, Autor: nowbly, Fuente: TodoRelatos

    ... me tiren piropos, pero la forma en que lo dice, tan seguro, casi dominante, hace que se me seque la boca.
    
    Samir asiente hacia el camarero. —Pon otra copa para la señorita —ordena con cortesía. Inmediatamente me sirven un nuevo gin-tonic, como si Samir tuviera aquí autoridad. Él alza su vaso hacia mí—. ¿Brindamos?
    
    Al chocar mi copa con la suya, aprovecho para preguntar: —¿De dónde eres, Samir? Tienes acento…
    
    —De muchos sitios. Pero nací en Dubái —responde con media sonrisa misteriosa. Toma un sorbo sin dejar de mirarme—. Estoy en Madrid de visita unos días, asuntos familiares. Mi padre es… digamos que un hombre de negocios. —Hace una pequeña pausa, sus ojos brillando con picardía—. En realidad es jeque. Así que yo soy, supongo, hijo de jeque.
    
    Me suelto una carcajada suave, creyendo que bromea, pero su expresión sigue igual de seria y atractiva. —¿Lo dices en serio? ¿Eres príncipe o algo así? —bromeo, siguiendo el juego.
    
    Él se encoge de hombros, divertido. —Algo así. Pero esta noche solo soy Samir… un tipo que no puede apartar la vista de ti.
    
    El halago me llega cargado de intención. Noto el corazón acelerado; todo en este hombre grita peligro, pero de ese peligro que resulta imposible ignorar. Coqueteamos apoyados en la barra un buen rato. Me cuenta que tiene 28 años, que estudió en Londres y que le encanta España. Yo le hablo un poco de mí, a grandes rasgos (omito la parte de que mi novio me dejó libre esta noche, claro). Cada vez que digo algo, él me ...
    ... escucha con esos ojos profundos fijos en los míos, o peor aún, en mi boca. Siento el calor subiendo entre nosotros. La proximidad de su cuerpo grande y varonil me envuelve; puedo oler un leve rastro de su perfume amaderado, mezclado con el humo lejano de puros en la terraza.
    
    —¿Quieres bailar? —me pregunta de pronto, inclinándose a mi oído para que le oiga sobre la música ambiente. Su aliento cálido roza mi cuello y un escalofrío delicioso me recorre entera.
    
    Asiento sin palabras. Él deja su copa y toma mi mano, guiándome hacia una zona despejada de la terraza. Siento su palma grande y firme envolviendo la mía delicadamente, pero con autoridad. La música ha subido de ritmo, algún tema de R&B sensual. Samir me atrae contra su cuerpo con naturalidad. Mis pechos prácticamente se aplastan contra su torso duro, y no me quejo. Él coloca una mano en mi cintura y la otra… oh. La otra la deja resbalar con descaro por la curva de mi cadera hasta posarla en la parte baja de mi espalda, muy cerca de mi culo. Me mira como esperando objeción; en vez de eso, echo los brazos alrededor de su cuello, aceptando el juego.
    
    Bailamos lentos, a pesar de que la música pide más caña. Samir desliza su pierna entre las mías un momento y tengo que contener un gemido. Siento su muslo prensarse contra mi entrepierna a través de la tela fina de mi vestido, y maldita sea, estoy mojada. No pensé que me pondría así tan rápido, pero aquí estoy, restregándome sutilmente contra la pierna de un desconocido de ...
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