-
Compañeros - Capítulo 23: La mirada de Carlota
Fecha: 22/11/2025, Categorías: Grandes Relatos, Autor: nowbly, Fuente: TodoRelatos
... mirada intensa. Mi respiración se agita. —Tienes un cuerpo precioso, Carlota… —murmura él contra mi oreja. Su mano de la espalda sube unos centímetros bajo mi cabello, y la otra se ha atrevido ya a descansar en la curva superior de mi trasero. Apenas sus dedos rozan la piel donde termina el vestido. Casi me abrazan las nalgas. —Gracias… —consigo decir con un hilo de voz. Mis pezones están duros como piedras, rasgando el interior del vestido; sé que él lo nota, porque baja la mirada un segundo y sonríe con satisfacción. Como si ya me tuviera donde quiere. Me atrevo a acariciar su nuca con las uñas ligeramente, recorriendo la línea de su pelo corto. Samir emite un gruñidito de aprobación muy cerca de mi oído. —¿Sabes? —comenta con voz ronca—. En mi hotel hay música mucho mejor para bailar… Y más privacidad. Levanto la cara para mirarlo; nuestras bocas quedan a centímetros. Tiene los labios entreabiertos, respirando hondo. La invitación está clara. Su mano aprieta un poquito mi culo, apremiante. Mi corazón late desbocado. Echo un vistazo rápido alrededor buscando a Daniela, por compromiso. La distingo riendo con un par de chicos cerca de la piscina, copa de champán en mano. Está pasándolo bien, no creo que me necesite. Además, sabe cuidarse sola. Cuando mis ojos vuelven a Samir, él sigue ahí, esperando mi respuesta con esa seguridad arrolladora. —Me encantaría —susurro, casi sin voz. La decisión está tomada; mi cuerpo la tomó por mí hace rato. Su sonrisa se ...
... ensancha, depredadora y encantadora a la vez. No pierde más tiempo: me toma de la mano de nuevo y me guía hacia el ascensor privado. Antes de entrar, alcanzo a lanzarle a Daniela una mirada significativa y un gesto con la mano indicándole que me piro. Mi amiga me ve y me dedica una risita escandalizada, brindándome con su copa en señal de aprobación. Sí, definitivamente esta noche voy lanzada. ⸻ La suite de Samir ocupa todo el piso 12 del hotel. En cuanto la puerta se abre, casi contengo el aliento: es enorme y lujosísima. Suelo de mármol, ventanales de pared entera con vista panorámica a la Gran Vía iluminada, muebles modernos… y al fondo, la joya: una cama king size con dosel minimalista. Todo grita dinero y buen gusto. Pero apenas tengo tiempo de admirar el espacio, porque en cuanto la puerta se cierra, Samir me atrae hacia él. Nuestros cuerpos chocan con suavidad y sus manos me toman el rostro. Sus ojos buscan los míos un instante, como pidiendo permiso, y después me besa. Un beso lento al inicio, labios con labios, reconociéndonos. Sus labios son cálidos y suaves, pero pronto se endurecen con deseo. Gime muy bajito al profundizar el beso, colando su lengua para encontrarse con la mía. Sabe a ginebra y a una especia dulce que no identifico. Mmff. Su barba bien recortada roza deliciosamente mi piel; ese leve escozor me enciende más. Le correspondo con ganas, chupando un poco su labio inferior, dejándome saborear. Samir desliza sus manos por mis brazos desnudos, ...