Atracción y Poder. Capítulo 7 - Relatos Eróticos

Atracción y Poder. Capítulo 7

... y revisándola rápidamente. Se levantó para dirigirse a la caja, sintiendo el peso de las miradas de Laura y Sofía sobre él. Mientras caminaba, el roce del tanga bajo su ropa intensificaba su nerviosismo. A cada paso, el recuerdo de la orden de Laura esa misma tarde lo mantenía en un estado de constante excitación.

Cuando llegó a la caja, entregó su tarjeta con manos ligeramente temblorosas. Mientras el camarero procesaba el pago, Daniel no pudo evitar que su mente volviera a lo que Laura le había dicho antes de salir de casa: "Quiero que esta noche sientas mi presencia en todo momento."

—Aquí tiene, señor. Gracias por su visita —dijo el camarero, devolviéndole la tarjeta.

—Gracias a ti —respondió Daniel con una leve sonrisa, tratando de parecer relajado antes de regresar a la mesa.

Cuando Daniel se levantó para pagar, Sofía se inclinó hacia Laura con una sonrisa juguetona.

—Tienes un hombre realmente único, Laura. No sé cómo lo haces, pero definitivamente tienes un don para manejar las cosas a tu manera.

Laura tomó un sorbo de su vino antes de responder.

—Es cuestión de confianza, Sofía. Y de saber exactamente lo que quieres y cómo pedirlo.

Sofía rió suavemente, pero no perdió de vista la ligera tensión en Daniel cuando regresó a la mesa. Había algo en su forma de interactuar con Laura que confirmaba sus sospechas: Daniel no solo era atento, sino que había algo más profundo en su relación, algo que Sofía estaba ansiosa por entender.

Cuando ...

... Daniel regresó a la mesa, Laura lo miró con una sonrisa traviesa mientras se acomodaba en su silla.

—Gracias, cariño. Sabía que podía confiar en ti para encargarte de esto —dijo, acariciando la mano de Daniel.

—De nada, amor. Siempre es un placer —respondió Daniel, su tono respetuoso mientras intentaba ignorar la intensidad de su mirada.

Sofía, que no había perdido detalle de la interacción, aprovechó para intervenir.

—Daniel, realmente eres un caballero. No todos los hombres tienen ese nivel de… dedicación.

Laura rió suavemente y le lanzó una mirada cargada de complicidad.

—Oh, Sofía, Daniel tiene un talento especial para seguir mis instrucciones. ¿Verdad, cariño? —dijo, apretando ligeramente su mano.

—Claro… Siempre quiero hacer lo que te haga feliz —respondió Daniel, sintiendo un leve rubor en sus mejillas.

Laura, aprovechando la situación, inclinó ligeramente la cabeza hacia él y susurró en un tono apenas audible para Sofía.

—Espero que el pequeño recordatorio que llevas puesto esta noche te haya ayudado a mantener el enfoque.

Daniel abrió los ojos levemente, pero no respondió. Su reacción no pasó desapercibida para Sofía, quien levantó una ceja, curiosa por el intercambio silencioso.

De camino a casa, Laura mantuvo un aire de satisfacción evidente. Colocó su mano sobre la pierna de Daniel mientras conducía, acariciándolo suavemente.

—Has estado perfecto esta noche, cariño. Sabía que podía confiar en ti para cumplir con todo lo que te ...