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Con la profesora (parte 3)
Fecha: 23/11/2025, Categorías: Grandes series, Autor: glupo, Fuente: CuentoRelatos
... Comenzamos a movernos rápidamente ambos. Mientras yo entraba y salía de su vagina, ella movía su pelvis de arriba hacia abajo. Estaba como loco, la adrenalina de pensar que nos podían encontrar, lo mucho que me encantaba coger con Patricia y lo mojada que estaba, me estaban excitando demasiado, así que no pude aguantar mucho. -Me voy a venir, ¿dónde me vengo? –le susurre al oído– ya no aguanto. -Vente dentro, ya empecé a tomar las pastillas. –dijo, para mi sorpresa Obviamente no tenía que pedírmelo dos veces, sería la primera vez que lo hacíamos en la escuela y la primera vez que me vendría dentro de ella. Aceleré los movimientos y exploté dentro de ella como nunca lo había hecho antes. Era increíble sentir como su vagina se contraía y apretaba mi pene mientras una gran cantidad de leche llenaba todo su interior. Fue increíble. Después de eso, nos cambiamos, ella me dio su tanga, ligeramente húmeda, me la guardé en el bolsillo y salí de su oficina como si nada hubiera pasado. Ese día me paseé por la escuela todo el día con su tanga en el bolsillo. Al pasar los días, empezó el trabajo, éramos 3 estudiantes que estábamos casi todo el día en el almacén, ayudando a Patricia con todo lo que se necesitaba. Pero como nunca estábamos solos, era difícil poder hacer algo. A veces entrabamos a la cámara refrigerada, donde se almacenaban las verduras y las frutas, para besarnos rápidamente. Pero luego se nos ocurrió un plan. Normalmente cerrábamos el almacén a las 5 pm. Un ...
... día se le ocurrió, que podría pedirle a uno de nosotros que se quede para ayudarle a terminar algún trabajo, pero no podía ser muy evidente. Un día, cuando nos disponíamos a irnos, Patricia se nos acercó y nos preguntó si alguien se podía quedar, nadie dijo nada, así que me dijo para que me quede yo. Acepté, pero cuando mis compañeros se fueron, maldije un poco a Patricia, para que no sospecharan. Mis compañeros se alistaron, fueron a despedirse de Patricia, mientras yo hacía hora limpiando un poco el almacén. Una vez que salieron, cerré con seguro el almacén y fui en busca de Patricia. La encontré revisando algunas cosas en el almacén que está más alejado de la puerta, donde están almacenados los abarrotes. Estaba con una carpeta, anotando algunas cosas. La abracé por detrás, pegando mi pene a sus nalgas, la rodeé con mis brazos por la cintura y comencé a besarle el cuello. Ella se sobresaltó un poco, pero no se opuso. Le comencé a sobar las tetas por encima de la chaqueta, mientras frotaba suavemente mi pene entre sus nalgas. Mi pene estaba erecto. -¿Ya se fueron todos? –preguntó. -Si, se acaban de ir. Y no podía aguantar más –respondí– vine corriendo a buscarte. -Bueno –dijo, dándose la vuelta, abriendo su chaqueta de un tirón– comencemos de una vez, que desde la tarde que te tengo ganas. -Igual que yo mi amor –dije sin pensar, no acostumbraba llamarla así– tengo unas ganas de cogerte –continué para disimular. Esta vez, patricia estaba sin polo debajo de ...