Relato y dialogo hotwife y cornudo sumiso - Relatos Eróticos

Relato y dialogo hotwife y cornudo sumiso

Eva (mirándolo desde arriba, con una sonrisa traviesa): — Has estado muy obediente últimamente, Toni… me gusta verte así, tan entregado, tan mío.

Toni (mirándola con devoción): — Haré lo que quieras, Eva… ya lo sabes. Me encanta servirte.

Eva (acariciando su mejilla con las uñas): — ¿Cualquier cosa, eh? Mmm… ¿y si te dijera que quiero más? Algo más excitante… más humillante para ti… más placentero para mí.

Toni (respira hondo, inquieto y excitado a la vez): — ¿Qué… qué tienes en mente, ama?

Eva (se inclina, su aliento roza su oído): — He estado pensando en tener a otro hombre… uno que me haga gemir fuerte, que me llene como tú no puedes… mientras tú miras. Tal vez atado. Tal vez arrodillado. ¿Te gustaría eso, mi perrito fiel?

Toni (se le acelera el pulso): — ¿Verte con otro…? ¿Y yo… solo mirar?

Eva (se ríe con suavidad, dominante): — No solo mirar… suplicar. Quiero verte rogando por atención mientras me dejo follar como la puta que soy… delante de ti. Quiero que veas lo que es un verdadero macho complaciéndome… y tú ahí, con la jaula puesta, impotente.

Toni (jadea, excitado, ruborizado): — Ama… eso me… eso me humilla… pero me excita tanto…

Eva (lo toma del mentón, lo obliga a mirarla a los ojos): — Esa es la idea, mi pequeño cornudo . Quiero que te conviertas en mi espectador sumiso. Que aceptes que mi placer está por encima del tuyo. Que entiendas que mi cuerpo es mío… y lo comparto con quien yo quiera. ¿Estás listo para eso?

Toni (sin poder ...

... contener su deseo): — Si es lo que tú quieres… entonces sí. Seré tu cuckold. Tu perrito leal.

Eva (ríe, satisfecha, y lo acaricia con crueldad dulce): — Buen chico. Empezaremos pronto. Tengo a alguien en mente. Pero antes… quiero verte lamer mis botas como agradecimiento.

🔥 Continuación del diálogo – Preparativos para la primera cita cuckold 🔥

Eva (mientras Toni le lame las botas con devoción): — Así me gusta, perrito. Que sepas cuál es tu sitio… abajo, adorándome, preparándome… para otro.

Toni (jadeando entre lengüetazos): — Gracias, Ama… gracias por dejarme estar cerca de ti… aunque sea así…

Eva (lo aparta con el tacón, con crueldad juguetona): — Basta. Ahora escucha bien, porque tengo planes para esta semana. Este sábado por la noche, voy a salir con mi nuevo amante. Quiero que todo esté perfecto… y tú vas a encargarte de cada detalle, ¿entiendes?

Toni (mirando hacia abajo): — Sí, Ama… dime qué debo hacer.

Eva (cruzando las piernas, con voz segura): — Primero, quiero que vayas tú mismo a comprarme un conjunto de lencería nueva. Que sea su estilo, no el tuyo. Quiero que pienses en lo que a él le gustaría arrancarme… no lo que a ti te gustaría oler.

Toni (traga saliva): — ¿Qué talla…?

Eva (lo interrumpe): — No me hagas repetir lo obvio. Sabes perfectamente mis medidas. Llevas meses lavando mi ropa interior. Usa tu triste memoria de perrito útil.

Toni (humillado): — Sí, Ama…

Eva (lo mira con malicia): — Cuando la compres, quiero que vengas a casa ...