1. Relato y dialogo hotwife y cornudo sumiso


    Fecha: 24/11/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Relatos, Fuente: TodoRelatos

    ... obligado a presenciar y servir 🔥
    
    Lugar: Dormitorio principal. Luces tenues. Música suave. Eva está de pie, divina en su lencería nueva, el vestido ajustado a punto de caer. Toni está de rodillas al lado de la cama, con el collar puesto, completamente desnudo salvo por un pequeño cockring. Ha preparado todo: las copas, las sábanas limpias, la habitación con aroma a perfume caro. Se escucha el timbre.
    
    Eva (mirándolo con sonrisa cruel): — Ya está aquí… mi macho. Mi verdadero hombre. Quédate ahí, no digas una palabra. Solo quiero que mires. Y sufras.
    
    Toni asiente, tragando saliva. El corazón le late con fuerza, su polla se contrae en su anillo, inútilmente. Eva sale del cuarto. Unos minutos después, regresa con él. Alto. Musculoso. Seguro de sí mismo. La besa con intensidad apenas cruzan la puerta del dormitorio.
    
    Amante (mirando a Toni con desprecio): — ¿Y este es el pobre idiota que te lame las botas?
    
    Eva (riendo): — Este es Toni. Mi perrito. No sirve para otra cosa que mirar y oler. Es mi pequeño trapo. Y va a presenciar cómo me folla un hombre de verdad.
    
    Eva se gira hacia Toni, sin dejar de abrazar a su amante.
    
    Eva (cruel y sensual): — Mira bien, perrito. Mira cómo me desviste. No eres tú el que me toca. No eres tú el que me abre las piernas. Eres solo un adorno… una vergüenza arrodillada.
    
    El amante comienza a quitarle el vestido, dejando a Eva en la lencería que Toni compró. Toni jadea. Se siente un nudo en su pecho. Su “ama” luce perfecta. Y él… ...
    ... es nadie.
    
    Amante (con voz grave): — Esta lencería es una maldita fantasía… pero voy a arrancarla igual.
    
    Rasga el encaje del sujetador. Eva gime, disfrutando la brutalidad. Mira a Toni con una mezcla de burla y placer.
    
    Eva: — Toni. Ven aquí. Agarra mi ropa interior… y póntela. — Quiero que huelas mi olor mientras me follan. Que sientas el calor de mi coño en la tela… y sepas que nunca será tuyo.
    
    Toni, temblando, se pone el sujetador roto, tratando de cerrarlo detrás. Luego toma las braguitas negras, empapadas, y se las pone como puede. El encaje le aprieta el paquete. Se ve ridículo. Avergonzado. Excitado hasta el dolor.
    
    Toni (jadeando): — Ama… por favor… por favor… ¿puedo tocarte? Solo una vez… solo la punta… por favor…
    
    Eva (escupe en el suelo frente a él): — ¿Tocarme? ¿Con esa mierda de polla enjaulada que llamas miembro? No, perra. Te vas a quedar así… oliendo mis fluidos en tu piel… mientras me follan fuerte.
    
    El amante ya está desnudo. Su erección es evidente. Toni lo ve con un nudo en el estómago. Es grande. Mucho más que él. Eva se arrodilla frente al amante, le toma el miembro con deseo y lo mira a los ojos.
    
    Eva: — Esto es lo que me hace gemir. Lo que me deja temblando. No tu lengua inútil. No tus caricias patéticas. Esto, Toni… esta polla dura… es lo que me llena.
    
    Eva se lo mete en la boca, profunda, salvaje. Toni observa, con los ojos llenos de lágrimas. Gime, contenido, con la boca abierta. Quiere masturbarse… pero no puede. No le está ...
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