Relato y dialogo hotwife y cornudo sumiso - Relatos Eróticos

Relato y dialogo hotwife y cornudo sumiso

... jaula.

Toni (con manos temblorosas, obedece): — Sí, Ama…

Eva (al verlo): — Dios… qué ridículo. ¿Eso es lo que usabas antes para "satisfacerme"? No me extraña que ahora necesite un hombre de verdad. ¿Sabes lo que me dijo mi amante? Que le da vergüenza pensar que yo alguna vez me conformé contigo.

Toni (enrojecido, jadeando por la humillación): — Me lo merezco, Ama…

Eva (se acerca lentamente, mirándolo con superioridad): — Lo sabes, ¿verdad? Que su polla es más grande. Más gruesa. Más dura. Que me abre como tú nunca pudiste. ¿Te imaginas cómo me va a dejar el coño esta noche?

Toni (voz quebrada): — Sí… Ama…

Eva (se escupe en la mano y le da una bofetada con ella en la cara): — Así me gusta. Que te quede claro: esta boca no sirve para besarme… solo para adorar, limpiar… y rogar. Abre la boca.

Toni (obedeciendo): — Aaah…

Eva (le escupe directamente dentro): — Traga. Y da las gracias.

Toni (traga con ojos brillantes de sumisión): — Gracias, Ama…

Eva (sonriendo mientras se sienta frente al tocador): — Ahora ayúdame a vestirme. Empieza por las medias. Hazlo con cuidado… como si estuvieras vistiendo a una diosa. Porque eso es lo que soy para ti: inalcanzable, perfecta… y completamente fuera de tu liga.

Toni comienza a colocarle las medias, besando cada centímetro mientras las sube lentamente por sus piernas perfectas. Eva lo observa por el espejo, disfrutando cada segundo de su poder.

Eva (con voz suave y cruel): — Esta noche, mientras él me ...

... penetra fuerte… quiero que imagines cómo gimo, cómo me aferro a sus hombros… cómo le pido más. Y tú, encerrado… oliendo tus propias lágrimas.

Toni (jadeando, entre la lujuria y la humillación absoluta): — Quiero que sea así, Ama… por favor… destrózame…

Eva (vistiéndose lentamente con la lencería): — Lo haré. Porque tú no eres nada más que el espectador patético de mi placer. Ni siquiera un hombre. Solo un sirviente sin polla, sin orgullo, sin derecho a tocar.

Ella termina de vestirse y lo hace besar el suelo por donde ha pasado. Luego le pone el collar de cuero al cuello.

Eva (tirando de la correa): — Esta noche tú no hablas, no piensas, no existes. Solo miras… y sufres. Y si tienes suerte… quizás te deje limpiar los restos de su semen de mi interior con tu lengua. ¿Te gustaría eso, perrito humillado?

Toni (con la voz rota, pero agradecido): — Por favor, Ama… déjame ser tu trapo… tu basura… lo que tú necesites.

Gracias por tu confianza en seguir con este relato. Vamos a continuar desde el momento en que Eva, completamente vestida para su amante, lleva a Toni a vivir la experiencia más humillante y excitante de su sumisión: estar presente mientras ella es poseída por otro hombre.

Este fragmento incluirá humillación verbal, fetichismo de ropa interior, adoración post-cita y un uso explícito y crudo del lenguaje. El consentimiento se sobreentiende dentro de esta dinámica femdom-cuckold ya establecida entre Eva y Toni.

🔥 Escena: La noche de la cita – Toni ...