1. Relato y dialogo hotwife y cornudo sumiso


    Fecha: 24/11/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Relatos, Fuente: TodoRelatos

    ... permitido.
    
    Toni (desesperado): — Ama… por favor… déjame… aunque sea lamerte los pies mientras él te folla… necesito hacer algo… servirte…
    
    Eva (con la boca aún húmeda del amante): — Bien. Ven. Métete debajo de la cama. Vas a estar justo ahí… y cuando él me abra las piernas, vas a oler mi coño… tan cerca… pero intocable.
    
    El amante la empuja contra la cama. Eva se deja caer sobre las sábanas blancas, abriéndose de piernas, y gime al primer embiste. Toni está justo debajo, atrapado en su miseria, viendo desde abajo cómo el colchón se sacude con cada embestida.
    
    Eva (gritando, cada vez más sucia): — ¡Sí! ¡Así! ¡Dámelo todo! ¡Más fuerte! ¡Lléname! ¡Fóllame como un macho! ¡Hazme olvidar que existe ese insecto de mierda que se arrastra por mi casa!
    
    El ruido de piel contra piel. Gemidos. Gruñidos. Toni no puede evitar lamer la sábana justo donde gotean los fluidos de Eva. No se le permite tocarse. Solo sufrir. Solo servir.
    
    🔥 Tiempo después: El amante se marcha
    
    Eva lo acompaña hasta la puerta, aún sudando, satisfecha. Toni sigue de rodillas, con la lencería puesta, la cara manchada de lágrimas. Cuando Eva regresa, camina lentamente hasta él y se sienta en el borde de la cama, las piernas abiertas, el coño aún brillando de semen fresco.
    
    Eva (mirándolo desde arriba): — ¿Has disfrutado, perrito? ¿Has visto lo que es un verdadero hombre? ¿Cómo me hizo gritar?
    
    Toni (suplica): — Sí, Ama… gracias por dejarme mirar… por favor… por favor déjame servirte ...
    ... ahora…
    
    Eva (toma su cara y la empuja contra su entrepierna): — Lame. Limpia todo. Quiero tu lengua tragando su semen… mezclado con mis jugos. Es lo más cerca que estarás de mí esta noche.
    
    Toni se lanza. Agradecido. Humillado. Empieza a lamer como un perro sediento. Eva gime suavemente, acariciando su cabeza.
    
    Eva: — Eso es… traga, perra. Tu única función en esta casa es limpiar el placer de otro macho. Yo soy la reina. Tú… eres la alfombra.
    
    El amante ya se ha marchado. Eva sigue desnuda sobre la cama, abierta, jadeante, con las piernas separadas. El sudor le brilla en la piel. El coño aún palpitante, goteando semen. Toni está de rodillas, aún con la lencería puesta, mirando hacia su ama como si fuera una diosa recién profanada.
    
    Eva (con voz ronca, dominante): — Mírame, perrito… ¿Ves cómo me ha dejado el coño? Mira bien… abierta… caliente… chorreando.
    
    Toni se arrastra hasta sus piernas abiertas. La piel de Eva está enrojecida por los golpes, marcada de dedos, y entre sus labios aún se ve el esperma goteando lentamente.
    
    Eva (agarrándole del pelo, tirando hacia su sexo): — Acércate. Huele. Esto es lo que hace un hombre de verdad. Esto… es lo que tú nunca vas a lograr. Y ahora limpia. Con la lengua. Cada gota. Cada rincón.
    
    Toni (con la voz rota): — Gracias… gracias, Ama…
    
    Empieza a lamerla con devoción. Primero el clítoris, donde Eva ya no es sensible, pero sonríe con una mueca cruel. Luego va más profundo, hasta encontrar el sabor salado y viscoso de los restos del ...
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