Relato y dialogo hotwife y cornudo sumiso - Relatos Eróticos

Relato y dialogo hotwife y cornudo sumiso

... falda corta. Lucía viste informal, pero sexy.

Toni está arrodillado en un rincón, con unasbragas de encaje blancas y camiseta ajustada, sin pantalones. Tiene el rostro bajo, sabe que algo se avecina… y no puede evitar excitarse.

Lucía (riendo, mientras Eva le sirve vino): — No me dijiste que tenías "nuevo personal doméstico". ¿Quién es este pobre chico en ropa interior?

Eva (mirando a Toni con malicia): — Oh, no es personal. Es mi pareja… o mejor dicho:mi cornudo oficial. ¿Verdad, Toni?

Toni levanta la mirada, ya enrojecido. Teme lo que viene. Pero también lo desea.

Toni (susurrando): — Sí… soy tu cornudo, Ama…

Lucía (suelta una carcajada): — ¿Hablas en serio? ¿Este es Toni? ¿El mismo con el que salías hace años?

Eva (se sienta cruzando las piernas): — El mismo. Pero mucho más útil ahora. Dejó de intentar ser un hombre cuando entendió que nunca lo fue. Desde entonces… solo lame, limpia y observa. No me toca. No puede. — ¿Y sabes qué es lo mejor?Lo disfruta. Dile, Toni. Cuéntale a Lucía qué haces mientras yo follo con hombres de verdad.

Toni (mirando el suelo): — Me quedo arrodillado… escuchando… a veces me dejan mirar… después me toca limpiar el semen de otros… con la lengua…

Lucía (escupe el vino de la risa): — ¡No jodas! ¿Le haces eso de verdad? ¡Qué enfermo y jodidamente brillante!

Eva (mordiendo una uva, tranquila): — Claro. La última vez lo usé de papel higiénico. Después de orinar, se arrodilló y lamió hasta dejarme seca. Ni un trozo de ...

... papel desde hace semanas.

Lucía (mirándolo con asco y burla): — ¿Y tú lo haces porque… te calienta? ¿O porque ya estás roto por dentro?

Toni (jadeando, la voz temblorosa): — Porque me calienta… me hace sentir útil… pequeño… propiedad de Eva…

☑️ Servir a dos mujeres

Eva (chasquea los dedos): — Venga, trapo. Sirve más vino. Y hazlo con una reverencia para Lucía. Quiero que sepa que a partir de hoy, tú también la vas a servir cuando ella lo desee.

Toni obedece. Se arrastra, toma la botella, sirve con cuidado. Luego baja la cabeza y hace una reverencia torpe con sus bragas marcando todo.

Lucía (bebiendo): — Esto es mejor que cualquier reality. — ¿También limpia tus bragas sucias?

Eva: — Todas. A mano. Y se las huele. Las guarda como si fueran reliquias. También duerme con una de mis tangas en la boca… como mordaza. — Pero hoy… tenemos un anuncio especial, ¿verdad, Toni?

Toni traga saliva. Sabe lo que viene. Pero está demasiado hundido ya para resistirse.

Eva (mirándolo con una sonrisa cruel): — A partir de ahora, Lucía y yo saldremos juntas… a buscar machos. Reales. Varoniles. Buenos folladores. Mientras tú… te quedarás en casa… depilado, en bragas… oliendo mi ropa usada y pajeándote sin tocarte.

Lucía (riendo): — ¡Uf! ¿Nos vamos de caza, entonces? ¿Tú te follas a uno y yo al otro?

Eva (a Toni): — ¿Te gusta eso, perrito? ¿Verme volver con olor a dos pollas distintas? ¿Sentir mis axilas sudadas de haber estado montada como una puta… mientras tú ...