La super mami 1 - Relatos Eróticos

La super mami 1

... riendo.

—Tranquilo, poeta, solo preguntaba. Aunque… wow. —Sus ojos vuelven a Marlene, que sigue caminando hacia nosotros como si la playa fuera su pasarela personal.

Mi mamá llega hasta mí, abre los brazos y me envuelve en un abrazo cálido, húmedo por el agua del mar.

—¡Feliz 18, mi amor! —dice, apretándome fuerte mientras su perfume a coco y sal me envuelve—. No puedo creer que ya estés tan grande.

—Gracias, má —respondo, un poco avergonzado por la escena, pero sonriendo. Siento los ojos de todos sobre nosotros, especialmente los de Matías, que, aunque es un caballero, no pierde la oportunidad de echar un vistazo rápido al trasero de mi mamá, quien se gira para saludarlo. Típico Mati.

—Matías, ¡qué gusto verte! —dice mi mamá, con un tono tan cálido que parece iluminar la playa. Le da un abrazo rápido, y noto algo en su voz, un matiz más suave, casi… ¿coqueto? Sus ojos brillan un poco más de lo normal cuando lo mira, y por un segundo pienso que quizás, solo quizás, Matías ha ganado algo de terreno con ella. Pero no, debe ser mi imaginación. ¿Verdad?

Matías, por su parte, se sonroja hasta las orejas y balbucea un “G-gracias, Sandra” que suena como si estuviera recitando un poema en su cabeza.

Sofía, que no ha parado de disparar fotos, baja la cámara un momento y grita:

—¡Esto es material de portada! Cris, tu mamá es una estrella.

Antes de que pueda responder, presento a Dany, que sigue embelesado mirando a Marlene, quien ahora está a unos pasos, ...

... sacudiéndose la arena de las piernas con una naturalidad que hace que Dany trague saliva.

—Má, él es Dany, mi nuevo amigo de la uni. Dany, ella es mi mamá, Sandra.

Dany, recuperando algo de compostura, extiende la mano.

—Un placer, señora… digo, Sandra. —Se corrige rápido, pero su sonrisa nerviosa lo delata.

En ese momento, Marlene se acerca, con ese brillo travieso en los ojos y una sonrisa que parece capaz de encender un incendio. Me abraza rápido, diciendo:

—¡Feliz cumpleaños, pequeño rockstar! —Y luego, mirando a mis amigos, le lanza un guiño a mi mamá y pregunta con tono cómplice—: Oye, Sandra, ¿quién es el listo de estos dos?

Mi mamá se sonroja, solo un poquito, lo suficiente para que lo note. Se ríe y señala a Matías.

—Él es Matías. —Y, para salir del paso, añade rápido—: Tiene 18 años, es súper inteligente. Empezó la universidad a los 16 y ya está a la mitad de su carrera de químico farmacéutico.

Matías se infla como pavo real, aunque intenta disimularlo ajustándose las gafas.

—Gracias, Sandra —dice, con una voz que quiere sonar casual pero está cargada de orgullo.

Marlene suelta una risita y se deja caer en un camastro cercano, estirándose como si fuera la reina de la playa. Mi mamá se sienta en el otro, y las dos empiezan a bromear, lanzando comentarios que hacen que Dany y Matías se sonrojen más de lo humanamente posible.

—Oye, Dany, ¿ese Switch que traes es para impresionar a las chicas o solo para esconderte? —bromea Marlene, ...