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Me vestí de mujer, creí que estaba solo hasta que...
Fecha: 26/11/2025, Categorías: Transexuales Autor: leernsecreto, Fuente: CuentoRelatos
... comenzó a deslizar el vestido hacia arriba, exponiendo mi cuerpo poco a poco. Cada centímetro de piel que quedaba al descubierto era una revelación, una entrega, y yo me dejaba llevar por la sensación de ser admirado, deseado, querido. Curioso, pero tranquilo, me levantó el vestido, dejando mis piernas desnudas y exponiendo mi lencería de encaje frente a él. Cuando el vestido quedó por encima de mi cintura, el guardia se detuvo y me miró a los ojos. —Eres increíble —dijo, con una voz que temblaba ligeramente—. Se acercó mucho a mí de repente, su rostro frente al mío y me dio un beso apasionado. Quedando su boca frente a la mía después del ardiente beso acalorado que me dio y me dijo: —Y esto… esto es solo el principio. ¿Te gusta? Nos paramos de nuevo, el me guío lentamente a levantarme. Él se levantó primero y como yo quedé sentada frente a él, pude notar su erección frente a mi cara, creo que se dio cuenta que lo vi, pero yo mareada por el vino, solo me apreté los labios. Me dio la mano y me puse de pie. El guardia se acercó lentamente por detrás, y sentí cómo sus brazos me envolvían con una firmeza que era a la vez protectora y posesiva. Su cuerpo presionó contra el mío, y no pude evitar notar la firmeza de su erección a través del tejido de su pantalón. El contacto me hizo estremecer, y un gemido suave escapó de mis labios. Sus manos se deslizaron por mi cintura, acariciando la piel suave que había expuesto, mientras su aliento caliente rozaba mi ...
... nuca. —¿Puedo? —susurró, con una voz ronca y cargada de deseo. Asentí, sin poder articular palabra, y sentí cómo sus labios se posaban en mi cuello, besándome con una delicadeza que contrastaba con la intensidad del momento. Cada beso era una promesa, una invitación a algo más profundo, más íntimo. Me giré lentamente para enfrentarlo, y nuestros ojos se encontraron. En su mirada vi una mezcla de deseo y ternura que me hizo sentir más vulnerable que nunca, pero también más deseado. —Quiero hacerte sentir bien —dije, con una voz que temblaba de excitación. Él asintió, y vi cómo sus ojos se oscurecían de deseo. Con un movimiento audaz, me arrodillé frente a él, sintiendo cómo el vestido se arrugaba alrededor de mis piernas. Mis manos temblaban ligeramente mientras deslizaba los dedos hacia su cinturón, desabrochándolo con una lentitud calculada. El sonido del cierre al bajar resonó en el silencio de la caseta, y luego, con un gesto suave, bajé su pantalón y su ropa interior, exponiendo su virilidad. Su miembro, firme y erecto, se alzó frente a mí, y por un momento, me quedé paralizado por la intensidad del momento. Pero entonces, con una determinación que no sabía que tenía, me incliné hacia adelante y besé suavemente la punta, me sentía para este momento, muy caliente, no podía creer que estuviera pasando. Sintiendo cómo él contenía la respiración. Mis labios se deslizaron lentamente por su longitud, explorando cada centímetro con una ternura que contrastaba con la ...