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Un Teniente…, ¡muy jovencito!
Fecha: 26/11/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: marel, Fuente: TodoRelatos
... cara y su mejilla a la mía; ¡podía sentir su calor, y su excitación!. Santiago era un muchacho moreno, delgado, mucho más alto que yo, y en cada vuelta, me introducía su muslo hasta el contacto con mi panocha, mi sexo, con su pierna enmedio de las mías; su muslo golpeaba insistentemente mi vulva. ¡Lo estaba haciendo a propósito!, ¡para calentarme!. El contacto de nuestros sexos, aunque fuera por encima de aquellas ropas, ¡me había excitado tremendamente!. Me mordí el labio inferior, ¡señal de que andaba..., excitada...!; el pene de ese Santiago..., ¡lo estaba sintiendo...!, ¡lo estaba sintiendo y deseando...!. Viendo el ejemplo de Nayeli, que se estaba besando de manera cachonda con su chavo, y aprovechando que Santiago intentaba besarme, dejé que lo hiciera y le respondí, ¡con mucha pasión…!, pasión de casi 3 meses sin sexo. ¡Bailábamos pegaditos, sin dejar de besarnos!. Él me tomaba con sus dos manos por la cintura y yo le eché mis brazos al cuello; ¡estaba excitada...!, ¡veía hasta estrellitas...!, pero me sentía muy a gusto...; ¡sentía las manos de ese muchacho deslizarse sobre mi “trasero” y recorrerme mis nalgas, jalándome al mismo tiempo contra de él, bailándome de “cartón de cerveza” y aplastarme mis senos contra su pecho: ¡mi cuerpo estaba pegado a su cuerpo!, y yo no había opuesto ninguna resistencia..., ¡al contrario!, le empujaba mi cuerpo a su cuerpo y mi vientre buscaba su vientre. Santiago bailaba muy cachondo y..., en cada vuelta me introducía ...
... su muslo hasta el contacto con mi entrepierna, excitándome, mientras sus manos recorrían mi trasero y buscaban el elástico de mi pantaleta y me recorrían la rajadita trasera. ¡Nunca me opuse a esta manera de bailar...!, ¡lo seguía en todos sus movimientos...!. ¡Lo animaba colmándolo de besos!, por demás lujuriosos. El chico no decía nada, continuaba besándome ardientemente mientras me embarraba su cuerpo a mi cuerpo; ¡podía sentir su pene parado, muy erecto de la excitación...!. Ya había sincronizado los movimientos de mi vientre, con los del vientre de ese muchacho y de repente..., la música cambió de ritmo, a uno mucho más alegre, pero..., nosotros seguimos bailando al ritmo anterior..., ¡pegaditos!, ¡besándonos apasionadamente!, hasta que..., de pronto me di cuenta de la situación y de la manera como estábamos "raspando" a media pista, ocultos por el resto de la gente y por la casi obscuridad en la pista. Sus manos me apretaban las nalgas, ¡me las separaban! y su pierna seguía enmedio de las mías, y su muslo ¡seguía estimulando insistentemente mi sexo!. Sobre de mi cuerpo había una masa de carne que..., ¡a cada instante me parecía más voluminosa...!. ¡El pene de ese muchacho!, ¡lo sentía yo muy grande…!, ¡estaba deseando tenerlo!. Me mordí mi labio inferior, ¡señal de que andaba excitada...!; mis manos sudaron y mi vulva se llenó de una humedad muy intensa. ¡Un orgasmo tremendo me estaba llegando!. ¡Me sentí de repente flácida y sin fuerzas en las piernas, por ...