1. El despertar de mi hermana


    Fecha: 06/12/2025, Categorías: Dominación / BDSM Sexo en Grupo Voyerismo Autor: Edul, Fuente: SexoSinTabues30

    ... Estaba tan mojada que entró toda de una. Y no paró. Me cogieron como si fuera una puta de película, Bi. Me hicieron dar vuelta, me pusieron encima, uno se sentó en la silla y me monté encima de él, y el otro me usaba por atrás mientras me apretaba las tetas y me decía al oído lo rica que estaba. Me temblaban las piernas. Literal. No podía ni gemir ya.
    
    Oriana bajó la voz, como si estuviera contando un secreto sagrado.
    
    —Cuando terminaron, acabé toda marcada. Me dejaron la piel llena de manos, de mordidas. Sentía el gusto a los dos. Me miré al espejo y parecía salida de una orgía. Y te juro, no me arrepiento ni un poco.
    
    Se rió suave. Casi tierna.
    
    Bianca no dijo nada. Solo podía observar sorprendida con la boca abierta e incrédula a su querida hermana, la chica con la que creció, que hasta hace no menos de unos muy pocos años ambas jugaban juntas a las muñecas. Ver a su hermana en este modo en este modo hacía qué Bianca se siente confundida
    
    Oriana la miró, aún con esa sonrisa traviesa, mientras terminaba de secarse el cabello con la toalla.
    
    —Esta noche van a venir de vuelta, los dos, y unos amigos de ellos de su barrio. Van a traer más gente. Quiero que sea una noche divertida, ¿no?
    
    Bianca se tensó al escuchar la palabra «divertida». Miró a su hermana de arriba a abajo, como si de alguna manera su hermana mayor tuviera el control total de lo que pasaba en la casa, y eso la incomodaba un poco.
    
    —¿Hombres? —repitió Bianca, dudando—. ¿Y cuántos van a venir? ...
    ... ¿De verdad creés que esta casa está preparada para eso? Ya hay dos que me dejaron… shockeada. ¿Qué más quieres hacer, Ori?
    
    Oriana se encogió de hombros, sin preocuparse por lo que Bianca sentía.
    
    —Son amigos de ellos. De los del barrio. Les dije que podían venir y pasarla bien. Lo bueno de la casa es que no tenemos que preocuparnos por los vecinos. No hay límites, no hay reglas. ¿No lo entiendes? Esta es nuestra casa, Bi. Quiero disfrutarlo
    
    Bianca no pudo evitar fruncir el ceño.
    
    —¿Y la edad de esos hombres, qué onda? ¿No te parecen mucho más grandes que vos? —Se dio cuenta de lo que decía, y se sintió un poco incómoda. Estos dos enormes negros tenían al menos 30 o 40 años. Oriana tenía 18, ¿no era mucho?
    
    Oriana soltó una risa suave, sin mostrar ni un atisbo de incomodidad.
    
    —¿Y qué tiene de malo? A mí no me molesta. Son adultos, saben lo que quieren. A mí me encantan, Bi. Además, la diferencia de edad solo le da más emoción a las cosas. Es más excitante.
    
    Bianca no pudo evitar morderse el labio, pero la idea de tener a más hombres en la casa la hacía sentirse algo vulnerable. Algo dentro de ella le decía que no estaba del todo bien, pero, al mismo tiempo, sentía que su hermana confiaba en ella y respetaba su espacio.
    
    —¿No te parece raro que quieran venir hombres mucho mayores? —preguntó, esta vez con un tono que mostraba que algo le seguía incomodando.
    
    Oriana, sin perder la sonrisa, se acercó a Bianca y la miró directamente a los ojos, como siempre hacía ...
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