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Tocalas, bebito mío.
Fecha: 07/12/2025, Categorías: Hetero Incesto Sexo con Maduras Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30
... quedamos dormidos, pero a la mañana siguiente me desperté feliz como nunca me había sentido. No lo dejé ir al colegio y yo me tomé el día. Nos quedamos jugando en mi cama y no salimos de casa. —A partir de hoy no voy a volver a rechazarte … Todo lo que quiero es amarte … Todas las veces que tú quieras seré tuya … Le dije porque sabía que él me amaba y yo quería entregarle todo el amor que podía darle, ya no solo como madre, sino también como mujer. Lo quería a mi lado todas las noches de mi vida y que me hiciera vibrar estrechada en sus brazos. Sentir esos deseos que solo él me hacía sentir y vibrar todas las veces que él me hiciera estremecer. Su mano ligera tocaba suavemente los labios de mi coño y antes de que me pudiera dar cuenta, él estaba sobre mí empujando su entera polla entre mis apretados labios mayores. —Aquí es donde quiero estar, mamá … En ti, junto a ti, contigo toda la vida … Te amo … Después de apagar nuestros deseos carnales, conversamos sobre nuestro futuro. Por de pronto trasladarnos a un lugar donde nadie nos conociera. Él terminaría sus estudios e iría a la universidad, soñamos juntos abrazados y besándonos, fantaseando sobre lo que nos esperaba. Días después comencé yo a buscarlo porque lo necesitaba. Dormíamos en mi cama, abrí mi camisón y le dejé besar mi pecho desnudo. Mi pezón respondió de inmediato poniéndose duro, sus manos tomaron mis caderas y luego se deslizaron a mis glúteos, apretó mis nalgas amasándolas y abriéndolas; haciendo ...
... que mi culo se estimulara y se extendiera. Me puse muy cachonda y en mi cabeza comenzaron a girar una serie de fantasías; lo quería, quería todo lo que él quisiera hacerme. Bajé sus boxers y vi su polla ya dura alzándose desafiante. Él estaba afirmado sobre sus codos, le dije. —Recuéstate, cariño … Deja que mami se ocupe de ti … Agarré su polla entre mis dedos y me lo llevé a la boca. Lo besé y chupé sintiendo sus pulsaciones en mi mano. Aprisioné su cabezota hinchada y suave entre mis labios y la rodeé con mi lengua sin dejar de chupar. Sentí la sapidez prematura del semen de mi hijo y me emocioné. Comencé a chuparlo con mayor vigor buscando las delicias que podían emanar de su polla caliente. Esto de chupar la polla de mi hijo era una adicción, ilícita y excitante. En mis noches solitarias de fantasías masturbatorias, había inventado tantas imágenes y escenas, pero nunca sentí nada parecido a tener realmente la verga de Mauro en mi boca. Sin embargo, llegaba a temblar por la emoción de estar allí amando a mi hijo de ese modo, chupando su hermosa pija. Los Ardorosos e intensos sonidos que provenían de nuestras cachonda actividad, me indicaban que no había manera alguna de que me detuviera antes de que él alcanzara el ápice de su placer. Entonces le dije, —Me encanta chupar tu polla, bebé … Tu piel tan suavecita y tu asta tan dura … Me fascina ver tu cara cuando te hago gozar con mi boca … Quisiera darte la mejor mamada de tu vida … Comencé a lamer sus bolas y ...