-
Tocalas, bebito mío.
Fecha: 07/12/2025, Categorías: Hetero Incesto Sexo con Maduras Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30
Casi me voy de espaldas cuando le dije a mi hijo que quería darle un regalo especial para su cumpleaños número dieciocho. Ni siquiera pestañeó una vez y apunto directo a mí. —Esas, mami … Quiero que me las des para mi cumpleaños … Me quedé sin habla, un poco aturdida, no sabía si estaba bromeando o estaba mirando otra cosa más allá de mi pechos, me volteé para ver, pero no había nada, estábamos frente a frente el uno al otro, era inequivocable que apuntaba con su índice directamente a mis senos. —¡Oh, Dios!, querido … No bromees … Le dije mirándolo como si hubiera perdido el seso o tal vez, porque tenía todavía la idea de que yo pudiera estar mal interpretando sus deseos. Pero su mirada estaba fija en mis morrocotudas tetas. —Mami … Eres tan hermosa que quisiera al menos una vez poder tocarlas … Moví mi cabeza estupefacta, había escuchado bien. Él se refería a mis pechos. Creo sinceramente que lo sensato hubiera sido lanzarme a reír y tomarlo como si fuera una broma y alejarme, pero me quedé inmovilizada por su deseo. Continué la conversación para ver si él cambiaba de parecer. —¡Oh, cariño! … Las cosas que se te ocurren … ¿Por qué te interesan los pechos de una anciana cuando tienes tantas jovencitas a tu alrededor con senos frescos y duros? … Eso … Me interrumpió levantando su mano y dijo. —Está bien, lamento haber dicho algo así … Olvídalo y cómprame una camisa o un par de calcetines o cualquier otra cosa que te venga en mente … Ustedes ...
... creerían que fui lo suficientemente inteligente de aprovechar la oportunidad y escapar de esta bochornosa situación, ¿no? Pues se equivocan, me intrigó y me llenó de curiosidad su especial requerimiento y, ahí fue donde me metí en problemas. —Cariño, ¿Por qué sientes curiosidad por mis senos? … Todas las mujeres tenemos senos … Lo iras descubriendo a medida que vayas creciendo … —Mami, es verdad que soy joven todavía, pero ya me he acostado con varias chicas y se muy bien como están constituidas … Pero yo pienso en ti … Tu eres diferente a cualquier chica … Eres la única que me atrae de verdad … —Oh Mauro, cariño … Eso es tan dulce, pero … eso no está bien … Tal vez sea que desde que tu padre tuvo ese accidente y quedamos solos tu y yo, has estado demasiado apegado a mi … Quizás sea mi culpa y te he sobreprotegido … Debería haberte dejado más libre … Y … Y … —Mami … No tienes ninguna culpa … Solo que eres demasiado bella y especial … No hay nadie como tu … Mis mejillas ardían y seguramente me ruboricé. Sé que dentro de un par de años cumpliré los cuarenta, pero también sé como los hombres se giran a mirarme, soy atractiva, lo sé. Pero nunca he querido meterme con nadie, me dediqué totalmente a Mauro. También me había dado cuenta de que él me miraba, pero siempre pensé que lo hacía afectuosamente como su madre, aún cuando más de una vez lo sorprendí mirándome las piernas y debido a su adolescencia exuberante, me percaté que había un bulto que aumentaba de tamaño bajo ...