Una herencia familiar muy complicada XI - Relatos Eróticos

Una herencia familiar muy complicada XI

... alborozada – En más de una ocasión yo se los he cogido prestados sin que ellas lo supieran, y al principio me costaba metérmelos, pero poco a poco conseguí que entrasen sin problemas, hasta el más grande.

-Entonces si le quedan fuerzas cuando acabe con tu tía, que te folle a ti primero. – dijo Li con cierto temor – A mi creo que me partiría el coño.

-No tienes ni idea de lo que puede llegar a dilatar el coño si antes consigues excitarte lo suficiente. – dijo Teresa – Mientras ellos se desfogan, si quieres puedo intentar que te pongas a tono.

-Joder, pues claro que quiero. – dijo Li que tras echar una ojeada a la pareja que copulaba salvajemente se lanzó a besar con lujuria desatada a Teresa, y tras separarse para poder respirar la dijo – Si quiero que me pongas el coño ardiendo, como si fuese una fragua, quiero ser capaz de recibir a semejante invitado completamente lubricada y cachonda, siempre que tu tía no lo deje seco, porque vaya polvo que están echando.

Teresa no lo dudo, y tras empezar a comerse las inmensas tetas de la pelirroja, con una mano la acariciaba su cara y con la otra el coño, hasta que poco a poco fue introduciendo sus dedos en el interior del mismo. Los gemidos y jadeos de la pelirroja se unieron a las entrecortadas palabrotas que Sofía profería en un volumen considerable, hasta que con un nuevo alarido hizo saber que un nuevo y descomunal orgasmo la hacía arquearse, y que de nuevo resonó en el valle ya que incluso las yeguas relincharon ...

... inquietas, o quizás erotizadas por semejante aullido obsceno y voluptuoso. Tras ese estremecimiento que la dejo al borde del desmayo, despatarrada, sonriente y feliz, le dijo a su amante:

-Por tu madre chiquillo, me has dejado lista, como si hubiese cabalgado cincuenta kilómetros, y con la entrepierna totalmente irritada. ¿Dónde aprendiste a complacer a las mujeres de semejante forma?

-Realmente he tenido una buena maestra. – dijo Apolo que salió del interior de Sofía, pero sin que su erección menguase lo más mínimo pues seguía igual de tremenda – Bueno más que maestra es una de las profesoras de la Universidad, una mujer ya madura, de la edad de mi madre y muy parecida a ella, motivo por el que quizás me interese por ella, es divorciada y tiene fama de ser un poco impúdica y libertina, pero con una experiencia en el sexo enorme. Ella me ha enseñado, como, cuando, en que posturas, desde que ángulo, como durar mucho más, tanto yo como mi pareja, etc. Y debo de confesaros que es con la única mujer que he copulado, pues me había acaparado totalmente, pero me cubría todas mis expectativas, ya que además de instruirme en el sexo me ayudaba a estudiar y concentrarme sin distraerme con jovencitas. Por eso hasta hoy no había puesto en práctica sus enseñanzas que parece que funcionan.

-No me extraña que te acaparase, yo si pudiese también lo haría sin dudarlo. – dijo aun resoplando feliz Sofía - ¿Y como es que ahora te ha dejado en libertad?

-Se ha trasladado a su tierra. – ...