1. Presa escurridiza - Cap 12


    Fecha: 12/12/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: tripleG, Fuente: TodoRelatos

    ... especie de ojos grises y una hermosa boca de labios gruesos. Era un poco regordeta, pero no gorda. "Llevaos las mantas, entonces," les dijo Kimberley.
    
    "¡Pero no tenemos zapatos!" Gimió Paula... en un susurro. "Y hay otra mujer en el establo..."
    
    "Y no tengo más tiempo," espetó Kimberley... en un susurro. "Puedo mostraros dónde encontrar tal vez algo de ropa y tal vez zapatos, pero tenéis que mantener el ritmo. Si os quedáis atrás os dejaré. ¿Lo pilláis?" Con mucho cuidado, volvió a cerrar los candados de las perreras, ahora vacías y se quedó con ellas. Las tiraría a la basura en algún lugar del bosque. Ninguna de las dos contestó en voz alta y estaba demasiado oscuro para que Kimberley pudiera ver si asentían con la cabeza. En cualquier caso, la siguieron lejos de la granja. Renqueaban y se quejaban mucho, pero siguieron.
    
    Kimberley se pegó a la carretera. Estaba demasiado oscuro para hacer otra cosa. Siguió caminando, a pesar de las súplicas de Melissa y Paula para parar y descansar. Se movían tan lentamente ya, que darles un respiro en realidad no las frenaría mucho, pero Kimberley se mostró inflexible. Tenían miedo de ser abandonadas allí en medio de la nada, así que seguían caminando también.
    
    Kimberley había acertado con el camino que había visto salir del bosque y cuando se encontró con otra carretera que se desviaba a la izquierda de la que viajaban, la tomó, instando a sus doncellas rescatadas a darse prisa. El cielo comenzaba a aclarar, cuando llegaron a ...
    ... los edificios. Kimberley lanzó un suspiro de alivio. "Ya estamos," dijo a las mujeres. "Vamos, os mostraré la ropa y los zapatos."
    
    Tanto Paula como Melissa expresaron consternación a la vista de la pila y de cómo olía, pero de todos modos escarbaron en ella para encontrar algo, cualquier cosa que ponerse. Mientras lo hacían, Kimberley asaltó el segundo contenedor y encontró más carne picada, más fruta en conserva, más embutido, la mitad de un paquete de seis latas de cerveza, y, maravilla de maravillas, un viejo abrelatas colgando de un clavo en el interior del recipiente. Tomó lo que necesitaba y un poco más para sus compañeras. También se llevó el abrelatas antes de cerrar y volver a poner el candado.
    
    Tendría que librarse de ellas y pronto. Estaba segura de que las volverían a capturar antes de que acabara el día, y también que le dirían todo a quien las cazara, que era lo que ella quería, después de todo. Pero por el momento, encendió un fuego y puso a calentar algunas latas de carne picada para ellas y compartió con ellas la cerveza mientras esperaban que se cocinara la comida. Habían encontrado ropa a su medida y no DEMASIADO desgastada, y zapatos que les quedaban suficientemente bien y, obviamente, se sentían mucho mejor ahora.
    
    Querían hablar. Bueno, sobre todo querían contar su terrible experiencia, a la vez en términos generales y con absoluto detalle. Kimberley las dejó divagar sin prestar mucha atención a todo lo que decían. Al parecer, habían llegado aquí ...
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