-
Las aventuras de Benito y su perro “Husme” III
Fecha: 13/12/2025, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Viejo Intrepido, Fuente: TodoRelatos
... dirigió a su casa y tras dejar a “husme” en el jardín de la casa, en uno de los bancos que había cerca de la entrada espero a que llegase la furgoneta de reparto, y mientras esperaba volvió a aparcar el deportivo, pero esta vez venia sola Sandra, que al verlo allí parado le saludo nuevamente, justo en el momento que llegaba el envío del supermercado. Se disculpo Benito con ella y procedió a entrar junto al repartidor el pedido dentro de su casa, y cuando este se fue, empezó a colocar todo en sus respectivos lugares. En ello estaba cuando sonó el timbre de la puerta y al abrir se sorprendió al ver a Sandra que con una sonrisa cautivadora le dijo: -Perdona, pero no tengo ni idea en donde puedo encargar las cosas más básicas para subsistir a partir de hoy, pues yo ya me voy a quedar a vivir aquí. Es para que, si no te importa, me indiques donde has comprado tu todo lo que te han traído. Ante el asombro de Benito, “husme” estaba detrás de ella con su peculiar forma de olfatear al aire, muy cerca de su hermosísimo culo, mirándole a él con ojos de cómplice y moviendo su cola alegremente. Un poco ofuscado por la actitud de su perro, y sin llegarse a creer que aquella espectacular hembra pudiese estar caliente, y mucho menos por él, la dijo algo cohibido: -Si me das diez minutos que guarde lo que tiene que estar en el frigorífico, yo mismo te acompaño y si haces el pedido pronto, creo que esta misma tarde te lo traerán. -Pues te lo agradezco de verdad, - dijo ella ...
... entrando en su casa sin que la hubiese invitado – Espero a que acabes, y si quieres te ayudo a colocar las cosas, luego vamos en mi coche si no te importa acompañarme. -Estupendo, nunca he subido en un coche tan bonito como el que tú tienes, - dijo Benito, y envalentonado por la actitud de “husme” que seguía a Sandra a escasos pasos, termino diciéndola – ni tampoco con una conductora igual o incluso más espectacular que el coche. -Pues vamos a la tarea, - dijo la muchacha volviéndole a sonreír de la misma forma cautivadora que cuando le abrió la puerta – No sé tú, pero yo soy un poco obsesiva con el orden, tu dirás dónde voy poniendo las cosas. En poco más de diez minutos tenían todo colocado, y a Sandra le gusto el orden que Benito tenía para ir colocando cada uno de los suministros, bien en la despensa, en el cuarto de limpieza, e incluso en el frigo, pues alabo su meticulosidad. Una vez en el coche, tras coger al perrito que no se separaba de ella y ponerlo en el asiento de atrás al que sujeto con un arnés, se sentó al volante y al llevar una falda más bien corta, dejo prácticamente al aire la totalidad de sus hermosas piernas, momento en que “husme” aulló, y Sandra se rio alborozada diciendo: -Es graciosísimo tu perro, parece que quiere darme las gracias por llevarlo de paseo. ¿Cómo se llama? -“Husme”, - le contesto Benito sentándose al lado de ella y mirando sin poder evitarlo aquellas largas y perfectas piernas y suponiendo que su perro aullaba para que él se ...