Las aventuras de Benito y su perro “Husme” III - Relatos Eróticos

Las aventuras de Benito y su perro “Husme” III

... dirigieron al interior del comercio y él la fue guiando por los diferentes pasillos según lo que ella le decía que quería comprar, hasta que en uno de esos pasillos alguien por detrás les dijo en un tono alegre:

-Hombre Benito, nos vemos en todos sitios, ¿y quién es esta preciosa joven que te acompaña? ¿No será tu novia?

-Hola Gracia, qué más quisiera yo. - saludo Benito a la veterana artista – Mira te la voy a presentar, ella es Sandra, la nueva propietaria de la vivienda de al lado de la mía, y a la que he acompañado para que conozca donde puede pertrecharse, y ella es Gracia, la vecina más antigua de la urbanización.

Tras la presentación se hizo un silencio extraño, pues Sandra miraba asombrada a Gracia, haciendo que esta se quedase a escasa distancia y sin acabar de darle el correspondiente beso de saludo que pretendía, ante la perplejidad que denotaba la cara de Sandra, que de pronto dijo con una exclamación de júbilo a la vez que la soplaba dos besos tremendos en sus mejillas:

-Coño, si es Gracia Sanjuan, la musa de mi padre, la artista que más nos ha impresionado y que nos tiene enamoradas a mi hermana y a mí.

-Vaya, mira por dónde me sale una admiradora. – dijo halagada Gloria – Ya poca gente me reconoce, aunque la verdad es que no me importa. Yo también he estado haciendo la compra, y como supongo que te la llevaran esta tarde a la vez que a mí os invito a los dos a tomar un aperitivo o incluso a comer algo, aunque sea solo un tente en pie, cuando ...

... volváis. Porque me tienes que explicar eso de que soy la musa de tu padre, pues me has dejado intrigada. ¿Vais a venir verdad?

-Por supuesto, no me perdería por nada del mundo una invitación de mi artista favorita. – dijo Sandra a la vez que condicionaba también su respuesta la presencia de Benito – En cuanto volvamos ya me acompañara Benito hasta tu casa.

Así quedaron, y una vez terminada la compra regresaron a la urbanización y tras aparcar el descapotable, esta vez ya dentro de la cochera de la nueva vivienda de Sandra, se dirigieron andando a la casa de Gracia para darle tiempo a que preparase sin prisa lo que pensase ofrecerles, pero sin que Benito hubiese intentado saber por qué ella y su hermana eran fans de Gracia, ni tampoco a que se había querido referir cuando dijo que era la musa de su padre, pues dio por hecho que se enteraría en el momento que se lo contase a la propia artista.

Nada más llegar Gracia los acomodo en los silloncitos del porche y allí sobre una mesa ya había puesto una serie de platos con jamón, embutidos, queso, pate, y una ensalada, y nada más llegar les pregunto que si preferían vino o cerveza, decidiendo los recién llegados la segunda opción. Sin darle opción a Benito a que dijese nada, ambas mujeres empezaron a hablar mientras el escuchaba atentamente cuanto decían, y se enteró entonces del motivo por el que Gloria era la musa del padre de Sandra, ya que esta le contaba tras un rato de parloteo de conocimiento mutuo, lo siguiente:

-Mi ...