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Mis vacaciones en cuba y sus sorpresas
Fecha: 13/12/2025, Categorías: Hetero Intercambios Autor: Moechustrefe, Fuente: SexoSinTabues30
... percepción de mí. Yo no entendía nada a que se refería. Aclarando mis dudas me cuenta que el turismo de mujeres solas en el caribe tiene un gran comercio y un doble sentido buscando actividad sexual. Que gran parte de las mujeres blancas europeas o americanas buscan sexo con varones de color de la isla, en su mayoría jóvenes y adolescentes. Y que cuando los chicos le habían contado que yo los invité al departamento él había creído que algo así yo tenía entre manos. Su pensar comenzó a cambiar cuando le contaron que les preparé la merienda y que les leía cuentos de Cortázar y otros autores, y que esto se había repetido en más de una oportunidad. Eso lo decidió a invitarme a su casa, pensaba que me lo merecía porque había actuado de una manera respetuosamente maternal con ellos. Le dije que en realidad quería a esos chicos, que con su frescura e inocencia se habían ganado mi corazón, le conté que me habían apodado” la Tía” y se río mucho. La intimidad de la charla nos permitió contarnos cosas de nuestras vidas, conté que a pesar de ser una mujer de 50 años yo no tenía hijos y que en este momento tampoco tenía pareja. Que tuve una ruptura de pareja hacía unos seis meses y que por ese motivo mi viaje era sola. Hablamos bastante y de manera fluida, José es un hombre pausado y sumamente tierno de los que escucha atentamente la charla. En determinado momento me pregunta si me gustaría conocer cosas de la Habana de noche, obvio que dije que si entonces se ...
... paró y me invitó a salir al balcón. Parados al borde comenzó a explicarme con lujo de detalles todo lo que se veía desde ahí que era una vista maravillosa, el Vedado, el Castillo del Morro, la Mojonera. Él iba describiendo todo y señalando con el dedo para que yo lo descubra. En un momento me señala de algo que yo no logro ver, era confuso, entonces para explicarme mejor se paró detrás mío apoyó su mano derecha sobre mi hombro bajó su cabeza a la altura de la mía casi sobre mi hombro izquierdo y estirando el brazo izquierdo como una mira señalaba con su dedo una pequeña luz lejana. En la cercanía sentí el perfume que llevaba puesto, pero además pude percibir su aroma…el de su piel, el de su cuerpo… y se me erizó la piel. Nos quedamos unos instantes en silencio mirando y sin saber por qué crucé mi mano izquierda por delante de mis pechos y tomé su mano derecha que se encontraba en mi hombro. Él se sorprendió y quiso quitar su mano, no lo dejé, la tomé fuerte, bajé y la agarré con la otra mano, tomé además su otra mano y llevando ambas hacia adelante las ubiqué a la altura de mi abdomen juntas adelante mío. Sin pensarlo demasiado hice que me abrazara parado detrás de mí. Giré mi cara, lo miré y viendo que me observaba le hice una mueca de aprobación y una sonrisa, él devolvió la sonrisa. Casi susurrando me dice que jamás había abrazado a una mujer blanca, que era la primera. Me causó gracia y reí. Un rato largo estuvimos así abrazados hasta que giré ...