Una misteriosa, insólita y sorprendente familia XI - Relatos Eróticos

Una misteriosa, insólita y sorprendente familia XI

... las risas se convirtiesen en carcajadas que terminaron contagiando a la hermosa Ilona, que resoplando y ya totalmente recuperada de su primera impresión, y demostrando una gran simpatía dijo señalando sin ninguna vergüenza la bestial erección:

-Cuando don Julio sepa el calibre de la herramienta de su nuevo ayudante, no creo que pueda justificar algo semejante con su frase favorita. ¡Vaya tranca que debe de tener el muchacho!

-¿Cuál es su frase favorita? – pregunto riendo Dani - ¿Y porque dices que es su nuevo ayudante?

-Cuando algo nos parece difícil o imposible de conseguir, el abuelo nos suele animar con una frase “nada es quimérico si podemos llegar a soportar el esfuerzo que nos suponga conseguirlo, debemos aceptar esos enormes desafíos que nos planteara el deporte, que al igual que en la vida debemos tratar como retos a tolerar por muy descomunales o extraordinarios que sean” – dijo entonces con una sonrisa pícara Giulia que apostillo señalando también la entrepierna de Julio – Y supongo que Ilona se pregunta que a ver quién es capaz de tolerar semejante desafío, ja, ja, ja, ja.

-Eso es lo que dice nuestro presi. – dijo Ilona algo cortada – Y cuando nos ha dado hoy la lista de los nombres de las personas que van a vivir aquí a partir de mañana, creíamos que serían nuevas jugadoras para el equipo, y el único hombre, un nuevo miembro del plantel técnico o quizás el nuevo entrenador, ya que Bianca trabaja en el laboratorio, y si el equipo asciende, como casi es ...

... seguro ...

-Si ascendemos, cosa que yo doy por sentada, - interrumpió Andrea a su futura compañera de equipo – pasaremos a ser semiprofesionales y según el abuelo deberemos de estar concentradas mucho tiempo. Quizás por eso Ilona ha interpretado lo que acaba de decir al saber que venimos solo mujeres a vivir aquí.

-Bueno, vamos a saludar a Ingrid, - dijo entonces Violeta – porque hemos venido a eso, a conocer a nuestra abuela genética, por lo menos yo.

-¿Dónde se han instalado mis abuelos? – pregunto entonces Andrea a Ilona – Hemos venido para que conozcan a doña Justa.

-Ah, doña Justa. Ellos se han instalado en su bungalow el número quince. – dijo Ilona - ¿Y quién es Ingrid?

-Nada, olvídalo. – dijo Violeta dándole un golpecito en el hombro y sonriéndola - ¿Dónde queda ese bungalow quince?

-Es el más grande, el que está entre recepción y el bar restaurante. – les explico la nórdica caminando hacia ese lugar junto a los recién llegados – En el resto de los bungalow hemos puesto esta tarde los nombres de las personas que van a ocuparlos de acuerdo a como nos han dicho, Giulia y Andrea compartirán el número seis.

-Joder, hasta nos han asignado con quien debemos de dormir. – dijo Belén riendo – A ver con quien me han puesto a mí.

-En recepción tenemos el cuadrante, si queréis verlo os lo enseño antes de ver a doña Justa. – dijo la rubia y justifico la oferta – Si alguna quiere cambiarlo, se lo podéis decir ahora.

-No es mala idea, yo también quiero ver ...