Pasión en la sombra - Relatos Eróticos

Pasión en la sombra

... con cierta culpa disfrazada de frialdad.

—Ya está —dijo él, evitando sus ojos.

—¿La foto? —preguntó ella, recogiendo su camisa con las manos firmes.

Él sacó el papel arrugado del bolsillo trasero de su pantalón. Se lo extendió, y cuando Helena lo tomó, lo rompió en pedazos sin ceremonias.

—Eso era todo —dijo él. Su voz ahora tenía un tinte extraño. Casi... humano.

Helena lo observó durante un largo segundo. Ninguno de los dos habló más. Ella se vistió con calma, cruzó la puerta de aquella casa abandonada, y salió sin mirar atrás.

Juan encendió un cigarrillo. La vio irse y supo que nunca volverían a cruzarse. Tal vez, en el fondo, sentía que lo que había hecho era imperdonable. Pero ninguno lo diría en voz alta.

Helena caminó hasta su coche. Cerró la puerta. Apoyó la frente en el volante y respiró hondo. No lloró. No lo necesitaba. Había hecho lo que tenía que hacer. Por Alberto. Por lo que sentían. Por protegerlo a él y lo que construyeron juntos, aunque fuese a escondidas.

Encendió el motor. Se prometió a sí misma que no volvería a hablar de esto. Que esa noche se quedaría donde debía: enterrada en el silencio. Como la mayoría de los secretos verdaderos.